En Chaparral, Líbano, Planadas y Ataco miles de cultivadores perdieron cosechas y esperan ayudas. Comité de Cafeteros y Gobernación tratan de solventar la situación.
José Arnobis Pérez, cultivador de café, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Pomarroso, en Líbano, quedó sin fuerzas para visitar el predio de 3 hectáreas y media en el que ha cultivado café más de la mitad de sus 49 años de vida.Hasta las ganas de tomar tinto se le fueron a este campesino al ver que su parcela permanece desolada porque el invierno no permitió la floración de la planta y la Roya y el Mal Rosado acabaron con las pocas esperanzas de producción con las que él alimenta a su esposa y cinco hijos."Yo estaba acostumbrado a coger hasta 18 cargas por hectárea, pero este año tendré sólo dos", afirma. Lejos de ahí, en la vereda Risalda del corregimiento Calarma, en Chaparral, el cultivador Cesario González vive el mismo calvario. Su problema también es el invierno que impidió la floración de las matas y, de paso, acabó con la carretera que conduce a la zona urbana de este municipio."En los últimos años he cogido 25 cargas, hoy estoy preocupado pues solo aspiro a vender unas 15", afirma. El calvario que viven estos dos humildes campesinos hace parte del panorama desolador que afecta a una buena parte de las 52.600 familias que cultivan café en 62.800 fincas distribuidas en 37 municipios del Tolima. Muchos cultivadores como Cesario González cree que lo peor ya pasó, pero teme que el invierno arrecie y termine por arruinar también la cosecha de octubre. Ni cultivadores famosos como Carlos Sánchez, caficultor del corregimiento Calarma de Chaparral que en el 2007 ganó el concurso nacional de la multinacional italiana Illy Café, escapan a la crisis."Es un año difícil. En el Sur del Tolima la cosecha disminuyó mucho, y uno puede darse por satisfecho si recolecta la mitad de lo que acostumbraba a vender", señala.Dice que a la baja producción también es afectada por el mal estado de las vías. "Llegar a la zona urbana de Chaparral es un via crucis, hay gente que hace recorridos de un día con trasbordos", señala.Comercio también pierdeEl comercio es otro de los afectados en el Sur y así lo corrobora Miguel Ángel Mendoza. El tiene un pequeño supermercado en Líbano pero este año no encuentra clientes. "Las ventas cayeron por mitad porque las fincas no contrataron recolectores" dice. El drama se extiende a Planadas y Ataco donde 9 mil familias derivan su sustento del café que cultivan en unas 6 mil hectáreas. Allí los coletazos de la crisis traen consecuencias graves toda vez que la mayoría de cultivadores acceden a créditos . A Evert Cardozo, cultivador de la vereda San Pablo y miembro del Comité de Cafeteros de Planadas, se le ha visto muy preocupado."En el Sur cosechamos con créditos, y con esta hecatombe vamos a quedar mal en el pago de obligaciones", afirma. Hoy en el Sur y Norte del Tolima, cuando debería haber ambiente de cosecha, las cosas son diferentes: no se ven nubes de recolectores y el aroma del grano ya no alegra los corazones de muchos de los cultivadores. 600 millones de pesos para los cafeteros de NortePara tratar de disminuir la crisis que viven los cafeteros de Líbano, Villahermosa y Fresno, afectados principalmente por la Roya y el Mal Rosado, el gobernador Óscar Barreto entregará el domingo en Líbano 600 millones de pesos.La idea del gobierno departamental es utilizar estos recursos en soluciones inmediatas a miles de familias que perdieron sus cosechas y carecen de recursos para el sustento de las familias. La preocupación crece toda vez que los cafetales afectados quedan por fuera de producción un año en regiones donde la economía gira alrededor del grano. José Normán Múñoz, presidente del Comité de Cafeteros en Líbano, dice que el 80 por ciento de la cosecha se perdió afectando a 2 mil familias.Pide soluciones inmediatas con semillas e insumos gratis para derivar el sustento de las familias con la siembra de frijol, maiz y yuca. "Solicitamos a la Federación que los créditos sean 7 millones, que desembolsos se hagan una vez sea establecido el almacigo y al momento de la plantación", afirma.
José Arnobis Pérez, cultivador de café, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Pomarroso, en Líbano, quedó sin fuerzas para visitar el predio de 3 hectáreas y media en el que ha cultivado café más de la mitad de sus 49 años de vida.Hasta las ganas de tomar tinto se le fueron a este campesino al ver que su parcela permanece desolada porque el invierno no permitió la floración de la planta y la Roya y el Mal Rosado acabaron con las pocas esperanzas de producción con las que él alimenta a su esposa y cinco hijos."Yo estaba acostumbrado a coger hasta 18 cargas por hectárea, pero este año tendré sólo dos", afirma. Lejos de ahí, en la vereda Risalda del corregimiento Calarma, en Chaparral, el cultivador Cesario González vive el mismo calvario. Su problema también es el invierno que impidió la floración de las matas y, de paso, acabó con la carretera que conduce a la zona urbana de este municipio."En los últimos años he cogido 25 cargas, hoy estoy preocupado pues solo aspiro a vender unas 15", afirma. El calvario que viven estos dos humildes campesinos hace parte del panorama desolador que afecta a una buena parte de las 52.600 familias que cultivan café en 62.800 fincas distribuidas en 37 municipios del Tolima. Muchos cultivadores como Cesario González cree que lo peor ya pasó, pero teme que el invierno arrecie y termine por arruinar también la cosecha de octubre. Ni cultivadores famosos como Carlos Sánchez, caficultor del corregimiento Calarma de Chaparral que en el 2007 ganó el concurso nacional de la multinacional italiana Illy Café, escapan a la crisis."Es un año difícil. En el Sur del Tolima la cosecha disminuyó mucho, y uno puede darse por satisfecho si recolecta la mitad de lo que acostumbraba a vender", señala.Dice que a la baja producción también es afectada por el mal estado de las vías. "Llegar a la zona urbana de Chaparral es un via crucis, hay gente que hace recorridos de un día con trasbordos", señala.Comercio también pierdeEl comercio es otro de los afectados en el Sur y así lo corrobora Miguel Ángel Mendoza. El tiene un pequeño supermercado en Líbano pero este año no encuentra clientes. "Las ventas cayeron por mitad porque las fincas no contrataron recolectores" dice. El drama se extiende a Planadas y Ataco donde 9 mil familias derivan su sustento del café que cultivan en unas 6 mil hectáreas. Allí los coletazos de la crisis traen consecuencias graves toda vez que la mayoría de cultivadores acceden a créditos . A Evert Cardozo, cultivador de la vereda San Pablo y miembro del Comité de Cafeteros de Planadas, se le ha visto muy preocupado."En el Sur cosechamos con créditos, y con esta hecatombe vamos a quedar mal en el pago de obligaciones", afirma. Hoy en el Sur y Norte del Tolima, cuando debería haber ambiente de cosecha, las cosas son diferentes: no se ven nubes de recolectores y el aroma del grano ya no alegra los corazones de muchos de los cultivadores. 600 millones de pesos para los cafeteros de NortePara tratar de disminuir la crisis que viven los cafeteros de Líbano, Villahermosa y Fresno, afectados principalmente por la Roya y el Mal Rosado, el gobernador Óscar Barreto entregará el domingo en Líbano 600 millones de pesos.La idea del gobierno departamental es utilizar estos recursos en soluciones inmediatas a miles de familias que perdieron sus cosechas y carecen de recursos para el sustento de las familias. La preocupación crece toda vez que los cafetales afectados quedan por fuera de producción un año en regiones donde la economía gira alrededor del grano. José Normán Múñoz, presidente del Comité de Cafeteros en Líbano, dice que el 80 por ciento de la cosecha se perdió afectando a 2 mil familias.Pide soluciones inmediatas con semillas e insumos gratis para derivar el sustento de las familias con la siembra de frijol, maiz y yuca. "Solicitamos a la Federación que los créditos sean 7 millones, que desembolsos se hagan una vez sea establecido el almacigo y al momento de la plantación", afirma.
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