martes, 29 de mayo de 2018

SERGIO FAJARDO TIBIO , COHERENTE O OPORTUNISTA ?


Sergio Fajardo candidato  presidencial de la Coalición  Colombia, Hoy el centro de admiración después de las elecciones del pasado  domingo,  todos los medios quieren hablar con el, los candidatos Petro y Duque lo invitan a unirse  a ellos en segunda vuelta; Sergio Fajardo hoy es la novia que todos  los políticos quieren  tener, pero el profesor,  no se compromete con nada ni con nadie así el país se acabe y el mundo se venga encima; hábilmente se excusa en la coherencia y en los principios dejando ilusionados y a la deriva, a millones de colombianos que votaron por el con la ilusión de un cambio histórico para el país, la pregunta es como un antidemocrata participa en política en una democracia como la colombiana? un demócrata realiza acuerdos  con todas las vertientes políticas, vengan de donde vengan, si piensa en el futuro de su nación.

Cuando se inicio la campaña presidencial Sergio Fajardo punteaba y lejos en las encuestas, su popularidad era tan alta que muchos pensábamos que seria de lejos el próximo presidente de Colombia teniendo en cuenta su discurso y la situación del país;  la  imagen que muchos colombianos  percibían a la distancia de Fajardo se basaba en las noticias y algo que se encontraran en internet; Fajardo era solo conocido en Antioquía. 

La campaña política avanzo en sus primeros meses y Fajardo comenzó a viajar por Colombia,  dándose  a conocer, interactuando directamente con la gente. Asi como Fajardo generaba simpatía al mismo tiempo comenzo a generar incredulidad, a  su paso encontraba problemas sociales presentados por la comunidades a los cuales hacia caso omiso; la gente quería una solución ya a sus problemáticas o por lo menos que Fajardo fuera una voz importante que les ayudara a ser escuchados; nunca fue el vocero de nadie. ( A Fajardo, No le gusta cargarle la maleta a nadie)

En el transcurso de la campaña, Fajardo comenzó a decender en las encuestas como globo desinflado, muchos comenzaron a catalogarlo de tibio, sin compromiso real y sin  propuestas claras de solución a los problemas de Colombia; solo se limitaba en su discurso a recordar su trabajo como alcalde de Medellin o gobernador de Antioquia. 

Fajardo no convence con su discurso a miles de seguidores de todas las vertientes politicas que añoraban un cambio y quienes vieron en el, un posible salvador a la crisis que le respira en la nuca a millones de colombianos, comienza a descender  en las encuestas,  miles de sus seguidores en gran mayoría con perfil uribista le apuestan a Duque quien sube repentinamente en favorabilidad, una minoría recala donde Petro; Fajardo se cae, la campaña se viene abajo, muchos culpan la escogencia de la formula vicepresidencial,  por respeto y admiración, nadie culpa  la tibieza, la falta de decisión y compromiso del candidato. 

En la ultima semana antes de la elección, al parecer muchos colombianos recapacitan y  vuelven a simpatizar con Fajardo quien ocupa el tercer lugar en la elección final a menos de trescientos mil votos del segundo lugar ocupado por Gustavo Petro. 

Hoy millones de colombianos esperan que Sergio Fajardo se una a Gustavo Petro en segunda vuelta, hecho que nunca sucederá; se unirán los verdes, se unirá el polo, algunos liberales y pare de contar. la cabeza principal, Sergio Fajardo, teniendo en cuenta su  tibieza y egolatría acompañada de oportunismo nunca se unirá a nadie, así un  barco llamado Colombia se hunda en altamar; mientras millones de colombianos se ahogan,    el (Fajardo) sin importar y teniendo miles de salvavidas  tomara una pequeña lancha, llegara solo a la orilla con los suyos y no propiamente quienes votaron por el. 

Esta campaña electoral nos deja a los colombianos varias enseñanzas: 


  • Tener mucho cuidado con las personas tibias a quienes la Biblia dice "Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca" Apocalipsis 3:16
  • A dar, sin esperar nada cambio. Vargas Lleras  entrego Casas y Acueductos esperando el favor en las urnas; perdió las elecciones. "No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha" Mateo, capítulo 6, versículo 3




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