El 57% de los colombianos prefieren fijar sus metas mes con mes y no hacer propósitos a inicio de año
El 29% no hace lista de propósitos para el año nuevo
La despedida del año y la bienvenida del nuevo es un gran festejo, por lo menos para todos los colombianos. Junto a la nostalgia que dejan los 365 días por los buenos y no tan buenos momentos, la fiesta, los agüeros para la prosperidad como las 12 uvas, está la larga lista de propósitos que no se cumplen.
En una encuesta realizada, el 71% de los sondeados afirman que hacen una lista con los propósitos para el año nuevo, pero tan solo el 18% cumplen esas promesas a cabalidad. Es normal que en los primeros días de enero se haga ejercicio, sea más ordenado y se compre la alcancía que se llenará de a poco todos los días, pero estos comportamientos no duran mucho.
“Ahorrar, saldar deudas y estudiar están entre los propósitos más frecuentes de los colombianos, pero el 60% de los sondeados nos cuentan que por falta dinero no pueden cumplirlos y el 40% restante dicen que por tener poca disciplina”
Listado de los 12 propósitos financieros que deben llevarse en el 2019.
- Hacer un presupuesto: Es necesario determinar cuántos son los ingresos y cuántos los gastos que se tienen cada mes. Resuelve tu Deuda recomienda que el 70% de dichos ingresos deben ir destinados a los gastos básicos como vivienda, transporte, alimentación y educación y el 30% restante a pago de deudas, ahorro y entretenimiento.
- Seguir el presupuesto por los 12 meses del año: El presupuesto ayuda a tener claridad de los gastos que se pueden evitar y con ese dinero poder ahorrar. Se debe cumplir todos los meses del año, para así analizar en qué se está yendo el salario. Existen aplicaciones que ayudan a administrar más fácilmente el presupuesto.
- Recortar los gastos hormiga: Primero se debe determinar cuáles son las compras que a diario están generando gastos fuera del presupuesto. El café de la mañana, los cigarrillos, gaseosas o taxis pueden eliminarse y así tener un ahorro más.
- Máximo dos tarjetas de crédito: Lo ideal es no tener más de dos tarjetas de crédito, una puede ser la que genere beneficios como puntos o millas, esta es la que se utiliza a diario y se liquida cada mes, es decir las compras se difieren a una sola cuota. Otra con una tasa de interés muy baja que será exclusivamente para emergencias como enfermedad o calamidad. Esta puede guardar un gasto mucho más grande que se difiere a más cuotas.
- Leer los extractos bancarios: Al saber cuál es la tasa de interés que se está pagando y que cobran las entidades por el servicio de una tarjeta de crédito, es más fácil tener el control y el buen manejo del mismo. Así, se puede determinar con mayor claridad a cuántas cuotas se deben diferir las compras.
- Conocer el score: El puntaje que se tiene ante las centrales de riesgo define la manera como se han manejado las finanzas personales a lo largo de la vida. De este puntaje depende la decisión de muchas entidades bancarias para próximos créditos. Es necesario conocer este puntaje y verificar que la información sea real.
- Pagar más del mínimo: Si solo se pagan los mínimos, gran parte de este dinero se destina a intereses y poco a capital, de manera que saldar la deuda tardará más. Abonar más dinero como bonificaciones o prima ayudará a salir más rápido de estas.
- Liquidar las deudas: De los principales propósitos que se deben tener es saldar las deudas a un corto plazo. Destinar todas las entradas de dinero extra como bonos y primas o buscar un trabajo alterno que eleven los ingresos y destinarlos al pago del capital de la deuda puede agilizar la liquidación total.
- Metas a corto plazo: Es mucho más fácil ahorrar cuando se tiene una meta específica a corto plazo. Por ejemplo ahorrar para las próximas vacaciones, para seguir con estudios o para comprar el electrodoméstico que falta en casa. Este ahorro debe estar contemplado dentro del presupuesto para llevar el control de gastos.
- Ahorrar para el retiro: Hacer un ahorro que solvente los gastos de la vejez, más que una obligación, es una necesidad. Entre más tiempo se realice el ahorro, más dinero se tendrá para el momento del retiro. Los aportes se pueden hacer en una cuenta propia o en un fondo de pensiones diferente al obligatorio, de esta manera será mayor el capital para cuando llegue este momento.
- Invertir: En lugar de tener el dinero guardado en una alcancía o en la cuenta de ahorros, se puede invertir en un bien o servicio que genere rendimientos. En el mercado existen productos financieros en bancos o empresas fintech que ayudan a obtener ganancia y así el dinero no se desvaloriza.
- Seguridad: Nadie está exento a una pérdida de empleo, una calamidad o enfermedad y se debe estar preparado para lo inesperado. Buscar un seguro que se acople a las necesidades de cada quién es lo recomendable, sea de vivienda, de vida o vehicular.
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