En la Semana Mayor, alrededor del descanso y los momentos de reflexión propios de la época se pueden presentar excesos y cambios significativos en la alimentación y el consumo de bebidas alcohólicas, que pueden representar graves riesgos para su salud, por ello la prevención es la clave.
Siga estas recomendaciones al pie de la letra y evite dolores de cabeza en los ‘días santos’:
Los pescados y mariscos:
- Cómprelos en lugares reconocidos que garanticen la debida cadena de frio.
- En el caso del pescado, verifique que los ojos se encuentren aún brillantes y transparentes, sin olor a podrido, textura firme y elástica al tacto.
- Es necesaria una buena cocción.
Alimentos perecederos:
- En el caso de lácteos, cárnicos, frutas, verduras y enlatados, cómprelos en sitios reconocidos que garanticen su debida refrigeración.
- Verifique las buenas condiciones de los empaques y las fechas de vencimiento, sin tachaduras. Los empaques metálicos deben estar en óptimas condiciones, sin golpes, hundimientos o evidentes procesos de oxidación.
- Lave con agua potable frutas y verduras.
- Consuma de manera moderada sal, grasas saturadas y productos azucarados.
Síntomas de intoxicación:
- Consuma alimentos con moderación. Si luego de su consumo presenta síntomas como dolor abdominal fuerte, diarrea, vómito, calambres o malestar general, no se automedique. Acuda de inmediato al centro médico más cercano e informe a la Secretaría de Salud el lugar donde adquirió el alimento, al teléfono 321-3945354 de Epidemiología o al teléfono: 321-3945353 de Salud Ambiental, que estarán activas las 24 horas del día.
Recomendaciones generales:
- En sus caminatas, procesiones, paseos y, en general, cuando se encuentre al aire libre, utilice bloqueador solar, sombreros, gorras o sombrillas.
- Consuma agua potable frecuentemente para evitar la deshidratación.
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