(Bogotá D.C., noviembre 19 de 2010). Un llamado a las comunidades para que tomen medidas preventivas para evitar enfermedades respiratorias, especialmente en la población infantil y mayores de 60 años, se encuentra haciendo la Dirección de Salud Pública de la Secretaría de Salud de Cundinamarca, frente a la fuerte temporada de lluvias que se extenderá hasta finales del mes de diciembre según el Ideam.
“Las lluvias son un detonante para la proliferación de Enfermedades Respiratorias Agudas, las cuales pueden evitarse si las familias toman medidas como ir oportunamente al médico y no automedicarse”, sostuvo el director de Salud Pública, José Fernando Sánchez.
A estas medidas se suma que las personas afectadas deben usar continuamente tapabocas y lavarse las manos; igualmente es indispensable que los niños que presenten algún tipo de afección respiratoria no asistan a clase, estén debidamente abrigados y en sitios que tengan buena ventilación e iluminación.
En el momento de presentar gripa, hay síntomas de alerta que harán la diferencia a la hora de disminuir los riesgos de este tipo de padecimientos. Si el niño presenta fiebre y tos es grave, pero si a estos signos de alerta se suma una respiración más rápida de lo normal, es indispensable llevar al menor de manera inmediata al servicio de urgencias de la institución más cercana a su domicilio.
Es importante que si un menor de dos meses registra síntomas de gripa y presenta una frecuencia respiratoria superior a las 60 veces por minuto, sea atendido inmediatamente a una institución de salud. Para menores entre los 2 a 11 meses, el signo de alerta se genera cuando en menos de un minuto presenta 50 respiraciones o más. Si el pequeño es mayor de un año, se debe observar si realiza 40 respiraciones por minuto o más y de hacerlo debe ser llevado a un centro de atención en salud.
Otro aspecto importante para determinar si el pequeño está padeciendo de una, Enfermedad Respiratoria Aguda, es si presenta tiraje en el abdomen, es decir, si el área del estómago y costillas se hunde de manera exagerada, y tiene ruidos respiratorios como silbidos en el pecho.
Los niños que tengan resfriado y tos, pero sin los síntomas antes mencionados pueden ser atendidos en la casa y deben ser amamantados con mayor frecuencia. Si son pequeños son mayores de seis meses estos deben contar con una mayor número de comidas y aumentar el suministro de líquido.
“Las lluvias son un detonante para la proliferación de Enfermedades Respiratorias Agudas, las cuales pueden evitarse si las familias toman medidas como ir oportunamente al médico y no automedicarse”, sostuvo el director de Salud Pública, José Fernando Sánchez.
A estas medidas se suma que las personas afectadas deben usar continuamente tapabocas y lavarse las manos; igualmente es indispensable que los niños que presenten algún tipo de afección respiratoria no asistan a clase, estén debidamente abrigados y en sitios que tengan buena ventilación e iluminación.
En el momento de presentar gripa, hay síntomas de alerta que harán la diferencia a la hora de disminuir los riesgos de este tipo de padecimientos. Si el niño presenta fiebre y tos es grave, pero si a estos signos de alerta se suma una respiración más rápida de lo normal, es indispensable llevar al menor de manera inmediata al servicio de urgencias de la institución más cercana a su domicilio.
Es importante que si un menor de dos meses registra síntomas de gripa y presenta una frecuencia respiratoria superior a las 60 veces por minuto, sea atendido inmediatamente a una institución de salud. Para menores entre los 2 a 11 meses, el signo de alerta se genera cuando en menos de un minuto presenta 50 respiraciones o más. Si el pequeño es mayor de un año, se debe observar si realiza 40 respiraciones por minuto o más y de hacerlo debe ser llevado a un centro de atención en salud.
Otro aspecto importante para determinar si el pequeño está padeciendo de una, Enfermedad Respiratoria Aguda, es si presenta tiraje en el abdomen, es decir, si el área del estómago y costillas se hunde de manera exagerada, y tiene ruidos respiratorios como silbidos en el pecho.
Los niños que tengan resfriado y tos, pero sin los síntomas antes mencionados pueden ser atendidos en la casa y deben ser amamantados con mayor frecuencia. Si son pequeños son mayores de seis meses estos deben contar con una mayor número de comidas y aumentar el suministro de líquido.
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