sábado, 15 de noviembre de 2008

Cumbre del G-20 de este sábado será diferente a la de Bretton Woods


Los Estados más ricos del mundo no tienen el mismo peso de antes y tendrán que conciliar con unas naciones emergentes que hablan cada vez más duro. Colegio de Supervisores, idea que gana terreno.
Fue tan solo una coincidencia, pero el clima gris y lluvioso que recibió el viernes en Washington a los jefes de Estado y de Gobierno de las naciones que, junto con Estados Unidos, conforman el llamado Grupo de los 20 (G-20), resultó ser el marco natural perfecto para la ocasión: pocas veces en la historia moderna la economía mundial había enfrentado un panorama tan tormentoso como el actual.Para citar tan solo las noticias de ayer, la zona euro, compuesta por 15 países del Viejo Continente que comparten moneda, entró por primera vez en recesión desde que fue creada. El fenómeno, definido como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, fue confirmado cuando se supo que el PIB del bloque cayó 0,2 por ciento entre julio y septiembre, impulsado hacia abajo por los pobres resultados de Alemania e Italia.Situaciones como la caída del 15 por ciento en la venta de automóviles registrada el mes pasado en Europa hacen pensar que la mala racha continuará. Firmas como Renault, Volkswagen y BMW planean recortar su producción y su personal, dándoles razones a los analistas para creer que las vacas flacas se verán hasta bien entrado el 2009.En Estados Unidos, donde todo comenzó hace un año -debido al desplome de la finca raíz y su posterior contagio al sistema financiero-, las cosas no están mejor. Ayer también se supo que las ventas al detal bajaron 4,1 por ciento en octubre frente al mismo mes del 2007, pésimo resultado para una economía cuyas dos terceras partes dependen del consumo.

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