jueves, 14 de febrero de 2013

SE REVELAN DISPUTAS EN EL VATICANO; TRAS RENUNCIA DEL PAPA.


Benedicto,  confirmó ayer que se retiraba el 28 de febrero a las 20:00

El secretario de Estado, Tarcisio Bertone, es identificado como el nudo gordiano de las disputas de poder en la sede del Vaticano

Joseph Raztinger lo confirmó ayer en su primera aparición pública de la Cuaresma: el próximo 28 de febrero, a las 20:00, él dejará de ser Benedicto XVI. Se lo dijo a los asistentes de su tradicional audiencia de los miércoles en el aula Paulo VI: " He decidido renunciar en plena libertad para el bien de la Iglesia" .

"De la cruz uno no se baja" , dijo en son de crítica Stanislaw Dziwisz, cardenal de Cracovia y exsecretario de Juan Pablo II, al comparar la actitud Ratzinger con la del Papa polaco, que literalmente padeció su pontificado hasta su último día. 

Pero ¿es una rendición la renuncia de Benedicto XVI? No; tan solo una retirada estratégica, piensan algunos observadores del Vaticano que han sido testigos de su impotencia ante el mundillo de intrigas que lo rodean. Las disputas por el poder, las conspiraciones secretas y los escándalos (desde la pederastia hasta los manejos financieros turbios, pasando por el espionaje interno) han marcado su pontificado, llamado a ser una transición luego del gran período (en extensión y en logros) de Juan Pablo II.

La dimisión es " la única posibilidad de gritar de un hombre que jamás levantó la voz" , escribe Pablo Ordaz, corresponsal de diario El País en Roma y gran conocedor de los intríngulis vaticanos. En una cafetería del Borgo Pío, el barrio de callejas estrechas contiguo a El Vaticano, un diplomático confió a Ordaz: " Todos los diarios dibujan al Papa como una víctima de las luchas de poder en el Vaticano. Hace unos meses, quienes abordaban el asunto del desgobierno en la Iglesia lo hacían culpando a Ratzinger, a su falta de carácter, a su equivocada manera de elegir a los colaboradores... Con su renuncia, ha ejecutado la venganza perfecta. Con él caen todos los que le amargaron el papado e hicieron ingobernable el Vaticano" .

¿Quiénes son ellos? La respuesta completa quizá solo la conozca el padre George Gänswein, un alemán de 57 que se desempeña como secretario personal del Papa. Pero en el Vaticano nadie duda de que el primero de la lista es el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, nudo gordiano de todas las disputas de poder. Inicialmente era un hombre de confianza del Papa, pero la perdió con más de una decisión sospechosa, como la de alejar de Roma al arzobispo Carlo Maria Viganò, luego de que éste denunciara por carta al Pontífice algunos actos de corrupción. Cuentan que Ratzinger lloró cuando se enteró de que Bertone había enviado a Viganò como nuncio en Estados Unidos. Pero no lo impidió. Y cuando le preguntaban por qué no destituía a Bertone (algunos cardenales -Ruini, Scola, Bagnasco- se lo rogaron) él se limitaba a responder: " soy un Papa viejo" .  

Todas estas intrigas se cocinaban en secreto, pero algunas llegaron a convertirse en escándalos mediáticos. El principal: la pederastia. Quienes conocen al Papa aseguran que su imposibilidad de castigar a los sacerdotes abusadores de niños es algo que le amargó la vida, pues él había llegado al pontificado con la promesa de hacerlo. Se lo impidieron las resistencias internas, ese férreo tejido de complicidades oscuras en que ha terminado por convertirse la estructura de poder más anticuada del mundo.

Luego estuvo el escándalo de Paolo Gabriele, el mayordomo pontificio que comenzó a filtrar documentos secretos de la Iglesia a los medios de comunicación. El caso fue conocido como Vatileaks. Tras el juicio respectivo, el caso se archivó para la opinión pública, pero no para el Vaticano. Tres cardenales octogenarios fueron encargados de investigar la filtración de documentos y redactar un informe. El corresponsal Pablo Ordaz describe ese informe como un " pozo muy oscuro" , " una investigación, llena de nombres y datos, sobre los protagonistas de las guerras de poder que desde hace años se vienen sucediendo en el Vaticano" .

A ese informe se suma otro, revelador, peligrosamente en manos de la Policía italiana. Se trata de los papeles de Ettore Gotti Tedeschi, un economista de 67 años con la misión de adecentar el llamado Instituto para las Obras de Religión, en realidad una financiera. Gotti Tedeschi sospechaba que detrás de algunas de las cuentas cifradas del banco se ocultaba el dinero sucio de empresarios, políticos y hasta de jefes de la Mafia. Sus intentos por transparentar y limpiar esas relaciones fracasaron por la férrea oposición de parte de la jerarquía eclesiástica, que lo vincularon con la fuga de documentos. Él empezó a temer por su vida, así que preparó un informe que debería terminar en manos del Papa si algo le ocurría. En eso llegó la Policía, para investigarlo por los Vatileaks, e incautó sus computadoras y documentos.

"Ah, ustedes son policías, qué alivio. Creí que venían a pegarme un tiro" , cuentan que dijo a los uniformados que se lo llevaron detenido. Como consecuencia dejó el cargo, y las finanzas del Vaticano continúan siendo un misterio para el público. 

Como un " apacible pastor rodeado de lobos" , describió el diario L’Osservatore Romano a Joseph Ratzinger. Una durísima comparación para venir de un medio oficial católico, pero no tan dura como esta otra, proveniente del propio Benedicto XVI: la Iglesia es una organización " devastada por jabalíes" . Ahora, tras ocho años de un pontificado discreto, queda la duda de si esa estructura de poder será vulnerada con esta renuncia. (RA)

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