Tres grandes eventos tienen a los colombianos muy pendientes de los medios de comunicación por estos días donde se unen la política y el deporte.
En el año 1994 la expectativa habría sido igual o mayor y la decepción muy grande, teniendo en cuenta en ese año se realizo a la par el mundial de fútbol y la elección presidencial.
La expectativa generada por estos dos eventos uno político y otro deportivo, dejaría una decepción muy grande a los Colombianos; la Selección Colombia fue eliminada en la primera ronda del mundial y las elecciones presidenciales se vieron marcadas por un escándalo de grandes proporciones nunca visto en Colombia; hechos que dividieron o polarizaron nuestro país hasta nuestros días.
Hoy en nuestro tiempo después de 20 años, Colombia continua polarizada; en lo político no se ha podido recuperar igual que en el 1994 los escándalos continúan entre candidatos presidenciales y el tema sigue siendo la guerrilla de las Farc, en lo deportivo se ha mejorado un poco aunque el país cuenta con una gran selección la expectativa es mesurada respecto a la participación Brasil 2014 y el ciclismo no se queda atrás como en los años 80 con Lucho y Parra, hoy Nairo y Duran calladamente vuelven a ilusionar a los colombianos con volver ganar una competencia de élite en Europa como lo es el Giro de Italia 2014.
Mientras la política se deteriora y el país pierde la credibilidad en los políticos; el deporte colombiano crece de la mano de empresas privadas quienes muy lejanas de la politiquería y la corrupción, apoyan nuestros deportistas quienes ganan a diario competencias en América y Europa.
El deporte y la política eventos que llaman la atención desde orillas muy distintas de los colombianos; mientras el deporte es liderado por dirigentes exitosos, empresarios valiosos quienes ademas de cumplir con sus obligaciones de impuestos, apoyan el deporte con el animo de sacar un país. En la otra orilla continúan los políticos, quienes han crecido en medio de la corrupción como en los gobiernos monárquicos corruptos que vienen de generación en generación.
La pregunta es hasta cuando los colombianos seguiremos creyendo en políticos corruptos y a la vez ignorando a nuestros deportistas quienes han tenido que emigrar al exterior para poder ser deportistas de Elite.
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