jueves, 25 de abril de 2013

EL ORO Y LA NUEVA MEGAMINERÍA



El oro es un metal cada vez más escaso, la mayoría de  yacimientos con grandes vetas han sido agotados. 

Pero la demanda de oro ha ido en aumento y las  empresas mineras recorren el mundo en busca de  nuevas zonas de explotación. 

A partir de los años 90 las transnacionales ponen sus  ojos en los recursos de América Latina, África y otras  regiones del tercer mundo. A partir del año 2000 con el  aumento indetenible de los precios del oro, grandes  transnacionales mineras se afincan en nuestro  continente decididas a extraer el oro que se encuentra  en nuestros territorios.

Con los grandes yacimientos agotados, el oro que se  explota en la actualidad se encuentra en yacimientos  pobres o de baja ley, es decir donde el oro se encuentra en partículas tan pequeñas que no se ve a simple  vista pero que se dispersa en grandes extensiones de  tierra y roca. La concentración de oro de esos  yacimientos es tan poca que por ejemplo una tonelada  de tierra o roca apenas contiene medio gramo o un  gramo de oro.

Eso quiere decir que para obtener una cantidad  significativa de oro es necesario extraerlo de cientos y  miles de toneladas de tierra. La consecuencia es la  devastación de enormes superficies de territorio para  extraer el oro que allí existe.

QUE ES LA MINERIA A CIELO ABIERTO


Es la minería que practican en las actualidad las  grandes transnacionales mineras y consiste en la remoción de inmensas cantidades de roca, la concentración de metales a través de la lixiviación que  utiliza millones de litros de agua y toneladas de químicos tóxicos. Este método se utiliza cuando el  yacimiento se encuentra relativamente cerca de la superficie y el metal está presente de forma diseminada, es decir que existen pequeñísimas cantidades  de metal por tonelada de roca. Es el método  “moderno” de la extracción de oro. 

La minería a cielo abierto remueve la capa superficial de la tierra utilizando grandes cantidades de  explosivos con los cuales desprenden el material  rocoso y transforman la  estructura paisajística en  cuestión de horas. Posteriormente este material rocoso es trasladado al ingenio para su tratamiento. 

En el transcurso de la operación se va formando un  cono invertido que en promedio alcanza de 200 a 500  metros de profundidad y dependiendo de la magnitud de la operación puede llegar a tener un diámetro  superficial cercano a los 1.000 metros.

Las explosiones que se realizan y  la posterior remoción de tierra  empieza a formar grandes  huecos llamados TAJOS Los altos precios del oro y el sistema  a cielo abierto que abarata costos permite  a las empresas obtener super ganancias,  pero a costa de mucha destrucción.



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