Después de cinco días de velación el cuerpo de Rodrigo Álvarez Patiño, un ex combatiente de la AUC a quien desconocidos asesinaron durante la noche del sábado en zona céntrica de esta ciudad, continúa en espera de que las entidades a cargo del proceso de reintegración social en el departamento presten la atención humanitaria para poder darle cristiana sepultura.Según comentan algunos de los compañeros de la víctima, la situación por la que actualmente atraviesan quienes decidieron acogerse a los planes de desmovilización resulta bastante compleja e incluso muchos aseguran que muertes como la de Álvarez Patiño, no constituyen episodios aislados, sino que por el contrario se trata de crímenes selectivos que podrían continuar de no adoptarse las medidas necesarias.Informaciones conocidas por 37 grados dan cuenta de que en el último mes han sido asesinados en esta capital en circunstancias diversas, a manos de la que se creería sería una especie de "mano negra", por lo menos tres de los hombres que decidieron abandonar las armas y regresar a la civilidad bajo el amparo de la ley.Dichos asesinatos estarían siendo orquestadas por jefes paramilitares que se abstuvieron de desmovilizarse, conformaron nuevos grupos y continúan operando en zonas como los llanos orientales.Se dice, además, que estos líderes subversivos ofrecerían hasta dos millones de pesos por la cabeza de cada uno de los paras reinsertados, aparentemente, como parte de una estrategia masiva para silenciar a aquellos que están entregado información al Estado con la que se ha facilitado darles captura o muerte en combate.
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