Un amplio deslizamiento de tierra que cayó sobre una quebrada, puso en jaque la tranquilidad de los habitantes de Ataco, que temen una 'bombada' que podría afectar varios barrios del casco urbano.
Igualmente, se contabilizó por lo menos ocho familias damnificadas en diferentes veredas del área rural. También se reporta que varios puntos de la vía recién pavimentada entre Ataco y Planadas, se agrietaron por el invierno.
Represamiento
Los siete días soleados que se presentaron en Ataco se vieron interrumpidos violentamente por las fuertes lluvias que dejan serios problemas en este Municipio.
El pasado miércoles, en el sitio conocido como la quebrada Paipita, a dos kilómetros del río Paipa, en horas de la tarde, se presentó un amplio deslizamiento de tierra que alcanzó los 80 metros de altura, a unos 30 minutos del casco urbano.
La situación resultó preocupante, pues de ahí en adelante hay por lo menos unas 20 familias situadas muy cerca al río. Como si fuera poco, la fuente hídrica atraviesa por una margen del pueblo y varias comunidades atacunas.
"Ha sido especialmente difícil la intervención de este sector, pues no cabe maquinaria y los árboles son muy frondosos", explicó la alcaldesa de Ataco, Carolina Rodríguez.
Narró que para evitar un peligroso represamiento que fuera a dar contra la localidad, se tuvo que cortar varios árboles para que decenas de colaboradores pudieran acercarse hasta el punto afectado, pues no es posible el ingreso de ningún vehículo.
"Unas 80 hombres, entre ellos 20 integrantes del Ejército, unos 50 de la comunidad, y otros colaboradores, entre técnicos y funcionarios, ingresaron a la zona para intervenirla con pica y pala, pues no es posible hacerlo de otra manera", indicó la Mandataria.
De esta manera, entre el pasado miércoles en la noche y ayer se logró destapar un pedazo del taponamiento para asegurar que el agua siguiera circulando, al menos por un estrecho costado de la ribera.
La quebrada resulta, además, indispensable para el servicio de agua potable, por lo que la zona continuará en constante monitoreo.
Para César Gutiérrez, director operativo del CRET, "esta primera intervención disminuye el peligro de una 'bombada', pero recuperar la normalidad en el sector podría tardar varias semanas, incluso más de un mes".
"Por ahora hay un plan de evacuación por si se agudiza la crisis, pues no sabemos si pueda caer más tierra, esperamos que no", agregó.
Gutiérrez, pidió a la comunidad que esté atenta ante una posible eventualidad de emergencia en la zona.
Grietas
De otra parte, la alcaldesa Rodríguez, declaró ayer la emergencia manifiesta para el corregimiento de Mesa de Pole, por los problemas ocasionados por el invierno.
"Hay cuatro viviendas que están a punto de caerse, y el problema es mucho más complejo de lo que se cree.
"Efectivamente, en un tramo de la recién pavimentada vía entre Ataco y Planadas, a la altura de Mesa de Pole se han detectado profundas grietas.
"Creemos que el exceso de las lluvias terminaron por socavar el suelo, amenazando con ello parte del pavimento y las viviendas situadas al margen de la vía.
"Hemos encontrado varios huecos, que los técnicos han calculado hasta de 10 metros de profundidad, lo cual ha hecho que estas cuatro familias tengan que ser reubicadas lo más rápidamente posible, pues en cualquier momento sus casas se vendrían al suelo.
"Requerimos que un geólogo evalúe las condiciones del terreno, pues la vía también podría hundirse, mucho más si sigue lloviendo", sostuvo la mandataria local, quien señaló que es una pena que una obra recién ejecutoriada se pueda arruinar por la ola invernal.
Efectivamente, se presume que estas aberturas podrían estar conectadas internamente, y que ha medida que sigan profundizándose, tarde que temprano terminarían por 'tragarse' las viviendas del sector y una parte de la vía (entre 50 y 100 metros) en la que el Gobierno nacional ha invertido miles de millones de pesos.
Sin embargo, este no es el único sitio en donde se han detectado hendiduras, de igual manera hay dos viviendas en la vereda Pajui, que requieren ser evacuadas y reubicadas ante la presencia de estos peligrosos huecos, otras dos familias de la vereda Monte Loro denunciaron la misma problemática.
En este sentido, la Administración municipal hará llegar hoy un documento al CRET y a la Gobernación para explicar la situación y solicitar ayuda para estas ocho familias, que se calculan en 40 personas que hoy son damnificadas por la ola invernal.
Red terciaria
De otra parte, la Administración seccional informó que sigue atendiendo la afectación de la red terciaria.
De hecho, esta semana fue habilitada la vía entre Chaparral y Rioblanco, en el sitio La Balastrera, donde se produjo la pérdida total de la banca.
a Secretaría de Desarrollo Físico anunció que el equipo de maquinaria que concluirá sus trabajos en Murillo, será trasladado a Casabianca, en donde se calcula que unos 60 kilómetros están afectados por las lluvias. De igual forma, será intervenida la comuna Ocho de la capital tolimense.
Dato
A punto de pica y pala tuvo que ser removida una parte del deslizamiento para asegurar que la quebrada siguiera fluyendo.
Igualmente, se contabilizó por lo menos ocho familias damnificadas en diferentes veredas del área rural. También se reporta que varios puntos de la vía recién pavimentada entre Ataco y Planadas, se agrietaron por el invierno.
Represamiento
Los siete días soleados que se presentaron en Ataco se vieron interrumpidos violentamente por las fuertes lluvias que dejan serios problemas en este Municipio.
El pasado miércoles, en el sitio conocido como la quebrada Paipita, a dos kilómetros del río Paipa, en horas de la tarde, se presentó un amplio deslizamiento de tierra que alcanzó los 80 metros de altura, a unos 30 minutos del casco urbano.
La situación resultó preocupante, pues de ahí en adelante hay por lo menos unas 20 familias situadas muy cerca al río. Como si fuera poco, la fuente hídrica atraviesa por una margen del pueblo y varias comunidades atacunas.
"Ha sido especialmente difícil la intervención de este sector, pues no cabe maquinaria y los árboles son muy frondosos", explicó la alcaldesa de Ataco, Carolina Rodríguez.
Narró que para evitar un peligroso represamiento que fuera a dar contra la localidad, se tuvo que cortar varios árboles para que decenas de colaboradores pudieran acercarse hasta el punto afectado, pues no es posible el ingreso de ningún vehículo.
"Unas 80 hombres, entre ellos 20 integrantes del Ejército, unos 50 de la comunidad, y otros colaboradores, entre técnicos y funcionarios, ingresaron a la zona para intervenirla con pica y pala, pues no es posible hacerlo de otra manera", indicó la Mandataria.
De esta manera, entre el pasado miércoles en la noche y ayer se logró destapar un pedazo del taponamiento para asegurar que el agua siguiera circulando, al menos por un estrecho costado de la ribera.
La quebrada resulta, además, indispensable para el servicio de agua potable, por lo que la zona continuará en constante monitoreo.
Para César Gutiérrez, director operativo del CRET, "esta primera intervención disminuye el peligro de una 'bombada', pero recuperar la normalidad en el sector podría tardar varias semanas, incluso más de un mes".
"Por ahora hay un plan de evacuación por si se agudiza la crisis, pues no sabemos si pueda caer más tierra, esperamos que no", agregó.
Gutiérrez, pidió a la comunidad que esté atenta ante una posible eventualidad de emergencia en la zona.
Grietas
De otra parte, la alcaldesa Rodríguez, declaró ayer la emergencia manifiesta para el corregimiento de Mesa de Pole, por los problemas ocasionados por el invierno.
"Hay cuatro viviendas que están a punto de caerse, y el problema es mucho más complejo de lo que se cree.
"Efectivamente, en un tramo de la recién pavimentada vía entre Ataco y Planadas, a la altura de Mesa de Pole se han detectado profundas grietas.
"Creemos que el exceso de las lluvias terminaron por socavar el suelo, amenazando con ello parte del pavimento y las viviendas situadas al margen de la vía.
"Hemos encontrado varios huecos, que los técnicos han calculado hasta de 10 metros de profundidad, lo cual ha hecho que estas cuatro familias tengan que ser reubicadas lo más rápidamente posible, pues en cualquier momento sus casas se vendrían al suelo.
"Requerimos que un geólogo evalúe las condiciones del terreno, pues la vía también podría hundirse, mucho más si sigue lloviendo", sostuvo la mandataria local, quien señaló que es una pena que una obra recién ejecutoriada se pueda arruinar por la ola invernal.
Efectivamente, se presume que estas aberturas podrían estar conectadas internamente, y que ha medida que sigan profundizándose, tarde que temprano terminarían por 'tragarse' las viviendas del sector y una parte de la vía (entre 50 y 100 metros) en la que el Gobierno nacional ha invertido miles de millones de pesos.
Sin embargo, este no es el único sitio en donde se han detectado hendiduras, de igual manera hay dos viviendas en la vereda Pajui, que requieren ser evacuadas y reubicadas ante la presencia de estos peligrosos huecos, otras dos familias de la vereda Monte Loro denunciaron la misma problemática.
En este sentido, la Administración municipal hará llegar hoy un documento al CRET y a la Gobernación para explicar la situación y solicitar ayuda para estas ocho familias, que se calculan en 40 personas que hoy son damnificadas por la ola invernal.
Red terciaria
De otra parte, la Administración seccional informó que sigue atendiendo la afectación de la red terciaria.
De hecho, esta semana fue habilitada la vía entre Chaparral y Rioblanco, en el sitio La Balastrera, donde se produjo la pérdida total de la banca.
a Secretaría de Desarrollo Físico anunció que el equipo de maquinaria que concluirá sus trabajos en Murillo, será trasladado a Casabianca, en donde se calcula que unos 60 kilómetros están afectados por las lluvias. De igual forma, será intervenida la comuna Ocho de la capital tolimense.
Dato
A punto de pica y pala tuvo que ser removida una parte del deslizamiento para asegurar que la quebrada siguiera fluyendo.
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