viernes, 2 de julio de 2010

El trabajo infantil no es solución a la pobreza

(Bogotá D. C., julio 2 de 2010). “Tenemos que ponerle dientes a los políticas públicas de protección a la niñez y la adolescencia”. De esta forma, el gobernador de Cundinamarca, Andrés González Díaz, manifestó la necesidad apremiante que tiene el Departamento de Cundinamarca de garantizar los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes para transformar el futuro de la sociedad.

El anuncio lo hizo en el marco del panel “El trabajo Infantil, una relación que perpetúa la pobreza”, organizado por la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Salud de Cundinamarca en el marco de la conmemoración mundial del Día de lucha contra el trabajo infantil.

Según afirmó el Mandatario, se hace necesario trabajar fuertemente con las autoridades municipales para que conozcan qué existe para favorecer a los pequeños de cada una de sus jurisdicciones, así como las responsabilidades en el cumplimiento de los derechos de los menores. También es importante identificar cuál es la situación real de los niños, niñas y adolescentes trabajadores y fortalecer los programas de seguridad, salud, educación y nutrición de los menores.

En el marco de la reunión, el Mandatario destacó el trabajo que ha liderado su Administración al dar cubrimiento en salud, educación y nutrición a los menores de 0 a 5 años, a través del programa de Primera Infancia. “Actualmente en nuestro programa y con atención integral atendemos a 15 mil niños, pero en total son 50 mil los niños del Departamento que requieren esa atención”, afirmó, al tiempo que destacó el importante papel que cumplen las madres comunitarias, “Sabemos que tenemos que trabajar fuertemente en cada uno de los programas pero uno de los puntos que llama especialmente nuestra atención es la capacitación a las madres comunitarias ya que queremos gente debidamente formada para favorecer su bienestar”, sostuvo el Mandatario.

El evento contó con la presencia de la directora ejecutiva de la Asociación Afecto, María Isabel Cuadros, quien manifestó que la gran pregunta que se debe hacer la sociedad es “Qué está pasando con el vínculo de afecto de los padres hacia los hijos?”.

Para Isabel Cuadros el vínculo afectivo lleva a los padres a sacrificar sus propias necesidades para satisfacer las de sus hijos, pero lastimosamente en un gran porcentaje de la sociedad no es así y sostiene: “A los seres humanos nos falta preguntarnos qué tipo de relación tenemos con la infancia y dando respuesta a esta otra pregunta tal vez se superarían los enormes huecos en el presupuesto para atender a la infancia”.

Agregó además que el Estado de Derecho expuesto en la Constitución Política de 1991 no está diseñado para favorecer a los poderosos, sino para garantizar los derechos de los más vulnerables entre esos los niños.

El Panel también contó la participación de Rocío Sotelo, representante del Distrito y Rocío Mojica, de Unicef, quienes dentro de sus ponencias dejaron muy claro que el trabajo infantil no aumenta el ingreso familiar, que en un gran porcentaje esta situación es cultural y que fue hasta el siglo 20 cuando la sociedad, una vez realizados miles de estudios, ha ido determinando que los niños, las niñas y los adolescentes significan la supervivencia del ser humano en el planeta.

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