martes, 20 de julio de 2010

No era oportuno revelar las pruebas"

Varias voces coincidieron en que el actual momento no era el apropiado para hacer una denuncia, porque el presidente electo, Juan Manuel Santos, parecía estar abriendo canales para dialogar con Hugo Chávez।RELACIONES EXTERIORESDiferentes opiniones coinciden en que "era un mal momento" para hacer denuncias sobre la presencia guerrillera en Venezuela, cuando se comenzaba a distensionar la relación entre el presidente electo, Juan Manuel Santos, y el mandatario venezolano, Hugo Chávez.

Luego de que el Ministerio de Defensa revelara el jueves evidencias sobre la presencia en Venezuela de importantes cabecillas de las Farc y el Eln, han sido varias las voces que se han escuchado sobre la denuncia del Ejecutivo, que fue hecha a menos de un mes de finalizar el gobierno del presidente Álvaro Uribe y cuando el nuevo mandatario, Juan Manuel Santos, le abría la puerta al diálogo con el país vecino.


El ex presidente Ernesto Samper se mostró preocupado por el hecho de que el Gobierno entregara las evidencias justo cuando Santos se prepara para iniciar su mandato. "Me preocupa que haya un interés de obstaculizar el proceso de Santos", dijo Samper en diálogo con Caracol Radio. Por su parte, el ex presidente Andrés Pastrana calificó de dudoso y preocupante el hecho de que a tan sólo tres semanas de que Uribe deje su mandato, el gobierno presente pruebas que ponen en evidencia la presencia de guerrilleros en territorio venezolano, que según él, existen desde hace más de seis años. El ex presidente, en diálogo con Caracol Radio, se preguntó por qué hasta ahora se muestran estas pruebas, que además no fueron conocidas por los miembros de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores (Care). Para Pastrana es necesario que el gobierno de Uribe acuda a instancias como la ONU, la OEA, o a la mediación de otros países para atender la difícil situación con Venezuela. Sobre la propuesta de algunos analistas que consideran oportuno ‘congelar’ este tema hasta que llegue el nuevo gobierno, en cabeza de Juan Manuel Santos, el ex presidente discrepó.

“El presidente Uribe lo es hasta las 3:00 de la tarde del 7 de agosto y hasta ese día puede tomar decisiones. De modo que si todo esto es así y hay pruebas y evidencias de la presencia de líderes de la guerrilla, debe actuar de conformidad", dijo. El ex canciller, Augusto Ramírez Ocampo, fue claro al afirmar que este no era el momento para realizar tal denuncia y resaltó que ninguna persona en el país ignora la realidad expuesta por el Gobierno este jueves.

“No era oportuno (...) uno diría que se le están atravesando al nuevo gobierno (...) Estas revelaciones complican un proceso en el que el nuevo gobierno estaba avanzando y había instrucciones explícitas del presidente electo a su nueva canciller (María Ángela Holguín), incluso, para invitar a su posesión a los mandatarios de Ecuador y Venezuela”, dijo el ex canciller en entrevista con La FM. Ramírez Ocampo recordó las declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las que le pedía a su canciller, Nicolás Maduro, que analizara la posibilidad de visitar Bogotá el próximo 7 de agosto, día de la posesión de Santos, hecho que para el ex ministro colombiano demuestra el buen camino por el que iban las relaciones.

“Yo diría que hay que ‘cogerle la caña’ al presidente Chávez”, opinó Ramírez Ocampo. El también ex canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto, en diálogo con la misma emisora, consideró que la información divulgada por el Gobierno “no es nueva”. Pero al analizar el fondo del asunto, Fernández de Soto opinó que el problema “es que las relaciones entre Colombia y Venezuela no pueden manejarse sin institucionalidad diplomática”.

“No funcionan diferentes organismos binacionales y no hay diálogo entre los cancilleres. Esto lo que refleja es la necesidad de restablecer la confianza. Ese es el tiempo que hay que darle y el beneficio que hay que darle al presidente Santos y a la nueva Canciller”, dijo el ex ministro de Relaciones Exteriores. Para Fernández de Soto, es precario el estado al que han llegado las relaciones entre los dos países, pero insistió en la necesidad de sentarse a la mesa para discutir diferentes temas, entre ellos la presencia subversiva en territorio venezolano.

“Lo que está inmerso en todo este tema es que son asuntos de seguridad nacional de Colombia. Tenemos derecho a exigir que haya cooperación de los demás países en la seguridad fronteriza”, dijo Fernández de Soto.

El ex canciller coincidió con la opinión de Ramírez Ocampo en el sentido de que revelar las anunciadas evidencias no era una acción oportuna. “Si existiera institucionalidad, muchos asuntos de estos no tendrían que tratarse a través del micrófono”, puntualizó.

Entrega de pruebas son una “provocación” En diálogo con la cadena Telesur, de Venezuela, el ex vicepresidente de ese país, José Vicente Rangel, calificó como una "provocación" las denuncias del gobierno colombiano. Rangel dijo que el objetivo del señalamiento era "crear una situación que perpetúe el estado de malas relaciones" entre Colombia y Venezuela, para condicionar así al nuevo gobierno de Juan Manuel Santos.

Para el ex vicepresidente, la última acusación colombiana debe ser entendida como "el primer acto de oposición del presidente (Álvaro) Uribe al presidente electo de Colombia". Según Rangel, Uribe está interesado en evitar una mejoría en las relaciones entre ambos países. "(La denuncia) responde a la inmensa preocupación que en este momento afecta al presidente Uribe. Para un hombre aferrado al poder como él se trata de algo verdaderamente traumático", dijo el ex funcionario venezolano.

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