lunes, 4 de enero de 2010

Predicciones para el 2010

Por Mauricio Vargas del Tiempo.com

Voy a ponerme en la onda predictiva, la de la política ficción, como la llaman algunos, en esta primera columna del año। Corro riesgos, no hay duda, al aventurarme en un campo que los periodistas deberíamos evitar, tan cómodos como estamos siempre relatando y analizando el presente। Pero lo voy a hacer porque, aun si fallo, predecir el futuro próximo es una manera de opinar, de decir cómo ve uno el presente।

No creo que Álvaro Uribe vaya a ser reelegido para el período 2010-2014. Sea porque la Corte Constitucional tumbe la ley de referendo, o porque la devuelva al Congreso para subsanar sus vicios de forma -lo que, por cuestiones de tiempo, sería la muerte de la iniciativa-, o porque entre el momento del fallo y las elecciones presidenciales ya no haya tiempo de organizar un referendo, o, finalmente, porque si llega a darse el referendo, la iniciativa no consiga los 7,5 millones de votos necesarios para que sea válida, el hecho es que Uribe no podrá ser candidato a la segunda reelección. Y así debe ser, por el bien de las instituciones colombianas, que terminarían muy golpeadas, y por el bien de Uribe, que no resistiría el desgaste que le supondrían cuatro años más en la Casa de Nariño.

Y si no es Uribe, ¿quién? Va mi segunda predicción: es casi seguro que gane un uribista, llámese Juan Manuel Santos, Germán Vargas, Noemí Sanín o Andrés Felipe Arias. O hasta Sergio Fajardo, quien, a pesar de sus coqueteos con la izquierda, es visto como uribista por muchos de sus electores. No veo cómo un opositor pueda ganar las elecciones. Además, cuando se haga evidente que Uribe no puede ser candidato, va a haber un rebrote uribista, mezcla de rabia y miedo entre muchos de sus seguidores. La rabia la dirigirán estos contra los opositores, y el miedo los llevará a votar por alguien que crean que puede seguir adelante con las políticas de Uribe.

Va ahora una predicción económica: el crecimiento, que rondará el 0 por ciento cuando divulguen las cifras del 2009, recuperará su curva hacia arriba, aunque de manera más tímida que en años recientes, cuando alcanzó cifras récord, cercanas al 8 por ciento. Para el 2010, el crecimiento del PIB apenas rozará el 3 por ciento, un registro mediocre para las necesidades de Colombia, un país que, para salir del subdesarrollo, requiere acumular una fila de años seguidos de crecimientos por encima del 6 por ciento. El empleo no se va a recuperar y la tasa de desocupación seguirá por los lados del 12-13 por ciento. Primero, porque 3 por ciento de crecimiento no basta para bajar el desempleo. Y segundo, porque, tras la crisis, a muchos empleadores les va a costar trabajo enganchar personal, con los enormes costos que hay asociados a la nómina.

En cuanto al plano internacional, Hugo Chávez va a seguir dando lora. Y lo hará de modo cada vez más agresivo. No me extrañaría que este año anuncie que está listo para desarrollar energía nuclear, un tema al que le viene coqueteando con la ayuda de su amigote Ahmadinejad, el de Irán. Eso pondrá en guardia a Washington, y Obama tendrá que mandar a pasear sus tesis multilateralistas porque la opinión pública estadounidense le va a exigir que impida como sea que un país del hemisferio occidental, cuyo presidente se declara enemigo de Obama y de su gobierno un día sí y otro también, desarrolle armas atómicas.

Pero los problemas de Obama no vendrán solo por el sur। Como lo evidencia el episodio del nigeriano en el avión de Delta hace pocos días, Al Qaeda sigue empeñada en atentar en territorio estadounidense। Ojalá fracase, pero, en caso contrario, Obama no va a tener más remedio que vestirse de camuflado al estilo de su detestable antecesor, George W. Bush, mientras soporta las críticas de millones de sus compatriotas, que ya hoy lo ven como un blandengue. Y hasta ahí llego, que cinco predicciones son ya suficiente riesgo.

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