(Bogotá D.C., mayo 1 de 2011). “Los ciudadanos debemos ser conscientes que entre menos agua le botemos al río, menos nivel de riesgo para las comunidades que están ubicadas por su cauce. Estamos buscando alternativas que mitiguen por un lado el riesgo de inundación y por otro lado el desabastecimiento de aguas, buscamos un punto de equilibrio. Hoy se está efectuando una reunión del Comité Hidráulico de toda la región y se entrará a evaluar la posibilidad de racionalizar el agua para disminuir el suministro de aguas servidas al río Bogotá”.
Este fue el llamado que hizo a los capitalinos el gobernador de Cundinamarca, Andrés González Díaz, durante la visita adelantada a la compuerta del Canal Achury en Sesquilé, en donde con el apoyo de la Empresa de Energía de Bogotá, se está desviando el agua del Río Bogotá hacia el Embalse del Tominé que está en un 46% de su capacidad y puede almacenar hasta 301 millones de metros cúbicos.
Hasta el momento, esta acción ha permitido que algo más de 7 millones de metros cúbicos de agua lleguen a la Sabana de Bogotá, disminuyendo el impacto de las inundaciones que se han vivido en las poblaciones aledañas a la Capital.
Según el ingeniero y responsable de la Estación de Bombas y Manejo de Aguas del Embalse del Tominé, Carlos Torres, las precipitaciones del río Bogotá en las últimas semanas superaron los niveles históricos y de un promedio de recepción de aguas de 3 metros cúbicos por segundo, se pasó a 45 metros por segundo que es una cifra que superó todos indicadores que reposan en la entidad.
“Estuvimos hasta el tope, aunque en los dos últimos días han bajado las precipitaciones en el Páramo de Guacheneque y hemos logrado de alguna manera disminuir el paso de las aguas hacia la Capital mediante el uso del canal artificial de Achury para llevarlas hasta la estación de bombas, en donde estamos almacenando ocho metros por segundo de aguas del río Bogotá en el Embalse del Tominé, evitando que éstas saturen el río e inunden la Sabana”, manifestó.
El funcionario señaló que se continúa en alerta y se está trabajando para disminuir el impacto de las continuas crecientes que está presentando el río Bogotá por las fuertes precipitaciones.
En desarrollo de la visita, el Gobernador de Cundinamarca pudo establecer que es indispensable ampliar el canal de Achury así como las compuertas, para que en el momento de contar con precipitaciones tan fuertes como las que ha sufrido el centro del país se puedan desviar las aguas y evitar que el río ocupe su ronda natural. “Esta es una obra que debe aunar los esfuerzos del Gobierno Nacional, la Administración Departamental, la CAR, la Empresa de Energía de Bogotá y el Distrito, para tomar medidas más serias y responsables para toda la región”, agregó el Mandatario Departamental.
Frente a las consecuencias generadas por la temporada de lluvias y el Fenómeno de la Niña, ya suman en Cundinamarca 55 mil personas directamente afectadas, a los que se unen las empresas del sector floricultor y los ganaderos con más de 20 mil hectáreas inundadas, sin contar con otros sectores.
Dentro de las medidas que va a liderar la Administración Departamental, figura la generación de empleo con los proyectos de vivienda que se adelantarán dentro de la reubicación de hogares afectados, los cuales generan 2.5 empleos en zonas afectadas; las obras públicas de infraestructura como es la recuperación de vías, y se pondrá en marcha en las próximas semanas un plan ambicioso de reforestación, para lo cual se están convocando a los viveros y dueños de importantes extensiones de tierra para plantar un millón de árboles.
Esta medida, se desarrollará en la ronda del río Bogotá así como en la provincia de Ubaté y se destaca que esta actividad generaría un promedio de 10 empleos por hectárea de bosque sembrada.
Este fue el llamado que hizo a los capitalinos el gobernador de Cundinamarca, Andrés González Díaz, durante la visita adelantada a la compuerta del Canal Achury en Sesquilé, en donde con el apoyo de la Empresa de Energía de Bogotá, se está desviando el agua del Río Bogotá hacia el Embalse del Tominé que está en un 46% de su capacidad y puede almacenar hasta 301 millones de metros cúbicos.
Hasta el momento, esta acción ha permitido que algo más de 7 millones de metros cúbicos de agua lleguen a la Sabana de Bogotá, disminuyendo el impacto de las inundaciones que se han vivido en las poblaciones aledañas a la Capital.
Según el ingeniero y responsable de la Estación de Bombas y Manejo de Aguas del Embalse del Tominé, Carlos Torres, las precipitaciones del río Bogotá en las últimas semanas superaron los niveles históricos y de un promedio de recepción de aguas de 3 metros cúbicos por segundo, se pasó a 45 metros por segundo que es una cifra que superó todos indicadores que reposan en la entidad.
“Estuvimos hasta el tope, aunque en los dos últimos días han bajado las precipitaciones en el Páramo de Guacheneque y hemos logrado de alguna manera disminuir el paso de las aguas hacia la Capital mediante el uso del canal artificial de Achury para llevarlas hasta la estación de bombas, en donde estamos almacenando ocho metros por segundo de aguas del río Bogotá en el Embalse del Tominé, evitando que éstas saturen el río e inunden la Sabana”, manifestó.
El funcionario señaló que se continúa en alerta y se está trabajando para disminuir el impacto de las continuas crecientes que está presentando el río Bogotá por las fuertes precipitaciones.
En desarrollo de la visita, el Gobernador de Cundinamarca pudo establecer que es indispensable ampliar el canal de Achury así como las compuertas, para que en el momento de contar con precipitaciones tan fuertes como las que ha sufrido el centro del país se puedan desviar las aguas y evitar que el río ocupe su ronda natural. “Esta es una obra que debe aunar los esfuerzos del Gobierno Nacional, la Administración Departamental, la CAR, la Empresa de Energía de Bogotá y el Distrito, para tomar medidas más serias y responsables para toda la región”, agregó el Mandatario Departamental.
Frente a las consecuencias generadas por la temporada de lluvias y el Fenómeno de la Niña, ya suman en Cundinamarca 55 mil personas directamente afectadas, a los que se unen las empresas del sector floricultor y los ganaderos con más de 20 mil hectáreas inundadas, sin contar con otros sectores.
Dentro de las medidas que va a liderar la Administración Departamental, figura la generación de empleo con los proyectos de vivienda que se adelantarán dentro de la reubicación de hogares afectados, los cuales generan 2.5 empleos en zonas afectadas; las obras públicas de infraestructura como es la recuperación de vías, y se pondrá en marcha en las próximas semanas un plan ambicioso de reforestación, para lo cual se están convocando a los viveros y dueños de importantes extensiones de tierra para plantar un millón de árboles.
Esta medida, se desarrollará en la ronda del río Bogotá así como en la provincia de Ubaté y se destaca que esta actividad generaría un promedio de 10 empleos por hectárea de bosque sembrada.
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