Tomado del espectador.com
El senador del Partido Conservador Laureano Acuña, quien se negó a que la Policía de Tránsito del departamento de La Guajira le practicara la prueba de alcoholemia, está en un lío que no es de poca monta. En el pasado, el exparlamentario Jorge Merlano hizo lo mismo y fue sancionado por el Consejo de Estado con la máxima pena: pérdida de investidura, que significa la muerte política. Acuña argumenta que no iba manejando y que se trata de un intento de incriminarlo. Por su parte, el comandante de la Policía del departamento, coronel Alejandro Calderón, sostiene que “el agente que lo detuvo asegura que el parlamentario sí iba manejando y que el vehículo olía a licor”.
En esta polémica hay un video en el cual queda en evidencia que Acuña no quiso hacerse la prueba de alcoholemia y que fue grosero con los policías. Sin embargo, no es claro si el congresista estaba manejando. Tampoco es evidente si hubo algún tipo de agresión de parte de los agentes del orden pues las imágenes, al parecer, no fueron publicadas en su totalidad. Como están las cosas, esto pasará a los tribunales, donde se dará la última palabra luego de enfrentar los argumentos de los agentes y los del parlamentario, quien de ser encontrado responsable podría perder su curul.
En rueda de prensa, Acuña aseguró que “el vehículo en el que viajaba estaba siendo manejado por el señor Orlando José Mata, un familiar que había sido designado como conductor elegido. Por ese motivo no podían hacer el comparendo a mi nombre ni prueba de alcoholemia. Yo nunca he dicho que no haya tomado, pero si no voy manejando no me pueden incriminar. Desde hace dos años no manejo porque no tengo licencia de conducción”.
El parlamentario sostuvo que tiene cinco días para apelar el comparendo y que lo hará con el argumento de que “hubo errores de procedimiento. No me lo pueden hacer a mí porque no estaba manejando”. Sobre las diferencias con los agentes dijo que “voy a revisar con mi abogado qué herramientas puedo emplear para mi defensa, porque mancharon mi buen nombre, y es claro que después de lo que pasó con Merlano ningún senador va a dar papaya de manejar borracho”.
Desde la otra orilla, el comandante de la policía del departamento, coronel Alejandro Calderón, salió en defensa de los agentes que hicieron el procedimiento de tránsito y afirmó “si los agentes dicen que él iba manejando, yo les creo”, a lo cual agregó que en la camioneta en la que se movilizaba el parlamentario había botellas de licor y que éste “tenía aliento alcohólico”, con lo que argumenta que el proceso se hizo de forma adecuada.
Acuña afirma que seguirá las recomendaciones de sus abogados y tomará medidas jurídicas, pero es claro que con el antecedente de la muerte política del senador Merlano, quien también se negó a hacerse la prueba de alcoholemia, la preocupación para el parlamentario conservador es mayor.
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