(Bogotá D.C., julio 25 de 2011). Un total de 436.180 unidades de medicamentos, dispositivos médicos, productos fitoterapeuticos, suplementos dietarios y medicamentos homeopáticos que no cumplían con las condiciones para su comercialización y que en peso total supera las 7.5 toneladas, fueron decomisados por la Dirección de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud de Cundinamarca.
Los operativos, que fueron adelantados en 764 establecimientos farmacéuticos distribuidores minoristas (droguerías), contempló también la imposición de medidas sanitarias de seguridad consistentes en la suspensión total temporal de algunos servicios y el cierre de establecimientos.
En este sentido, durante la primera fase de visitas a droguerías adelantadas por la Dirección, en 107 establecimientos se suspendió la prestación del servicio de inyectología, mientras que se suspendieron los servicios de monitoreo de glicemia con equipo por punción en 11 establecimientos, se sellaron 29 establecimientos y se efectuó el decomiso de productos farmacéuticos en 153 droguerías.
Igualmente, en desarrollo de los operativos que buscan proteger la salud y la vida de los habitantes del Departamento, se logró la legalización de más de 396 droguerías, las cuales han dado cumplimiento a los requerimientos de infraestructura, recurso humano idóneo, así como al manejo adecuado de los residuos peligrosos.
Un equipo técnico orientado por el Director y conformado por ocho tecnólogos en regencia de farmacia y una química farmacéutica de la Dirección de Vigilancia Inspección y Control, ha realizado 1.152 visitas a droguerías en 56 municipios del Departamento y se estima que al finalizar el año serán 2.000 visitas, con las cuales se dará cobertura a los 116 municipios.
Según Albano Francisco Cruz, director de Inspección, Vigilancia y Control de la Secretaría de Salud de Cundinamarca, hay una situación preocupante pues se vienen comercializando ilegalmente grandes cantidades de medicamentos incluidos y no incluidos en el POS de los diferentes regímenes del Sistema General de Seguridad Social en Salud. “Algunos usuarios del sistema de salud, de manera inescrupulosa, venden o cambian estos productos farmacéuticos en ciertas droguerías. Allí son alterados en su envase y empaque para luego venderlos sin importar que se encuentren vencidos. Encontramos medicamentos sin registro sanitario expedido por el Invima, muestras médicas cuya venta está prohibida, productos de contrabando, falsificados, almacenados en condiciones que modifican su composición química; hechos que permanentemente venían poniendo en riesgo a la comunidad del Departamento especialmente a la población pobre y vulnerable”, señaló.
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