domingo, 12 de agosto de 2012

PROBLEMAS EN EL CAUCA NO SON DE HOY, VIENEN DESDE LA EPOCA DE LA CONQUISTA, LOS PAECES PERTENECEN A LA CULTURA INDIGENA,QUE LIDERADA POR LA CACIQUE LA GAITANA NO SE DEJO DERROTAR, POR LOS ESPAÑOLES INVASORES



Una heroe de esa epoca, pero de la cual poco se ha hablado en los libros de historia , fue la Cacique la Gaitana, que al igual que Manuela Beltran o Policarpa Salavarrieta, tiene igual o mayor trascendencia en la historia de Colombia; la diferencia es que la la Pola y Manuela fueron lideres y heorinas, para la sociedad colombiana, la cacique la Gaitana es la heorina del pueblo indigena Paez, ubicado entre los departamentos de Cauca, Huila y Tolima.

El departamento del Cauca, ubicado en zona andina, donde cruzan tres cordilleras y  nacen los ríos mas importantes de Colombia, ademas de ser uno de los departmentos mas necesitados, donde abunda la pobreza extrema; hoy se encuentra en una de las peores crisis de su historia; allí son protagonistas, el desempleo, el hambre, junto a los mas graves problemas de orden publico de la actualidad en Colombia.

Muchos de sus municipios han sufrido en los ultimos dias, ataques terroristas y enfrentamientos fuerza publica y guerrilla, en la cual  sus habitantes  se han visto en medio del Fuego Cruzado; teniendo muchos de ellos que abandonar o morir  reclamando sus derechos.

Muchos colombianos nos horrorizamos e indignamos, cuando vimos el irrespeto a nuestra fuerza publica en días pasados en el Cauca.

Me dedique a investigar y a buscar el por que de esta situacion; encontramos que hoy  el pueblo indígena reclama la posesion de sus tierras, la cual  segun ellos,  pertenecen a sus  comunidades desde epoca ancestral, lucha que han librado desde  sus antepasados, liderada por una mujer,  heroína para los indígenas;  Cacique la Gaitana.

El nombre de Cacique la Gaitana o Quintin Lame,  muchos colombiano lo relacionamos con grupos armados, ya que algunos grupos al margen de la ley se han dado a conocer en Colombia son esos nombres. 

QUIEN FUE LA CACIQUE LA GAITANA.

Gaitana fue una heroína indígena del siglo XVI, cacica de Timaná en los Andes colombianos. También conocida como Guaitipán, lideró a los suyos contra los conquistadores españoles entre 1539 y 1540.

Según las crónicas de la época, en la cuenca oriental de la cordillera central, al occidente de lo que hoy es el departamento del Huila vivían los indígenas Yalcón, que contaba cinco mil guerreros, y además los Timanaes, Avirama, Pinao, Guanaca y Paez. Al oriente y sur de esta región vivían los Andaquí y al nororiente los Pijao.

En 1538 Pedro de Añazco fue designado por el conquistador español Sebastián de Belalcázar para que fundara una villa en Timaná para facilitar las comunicaciones entre Popayán y el río Magdalena.

Añazco comenzó a citar a los jefes indígenas de la región para imponerles tributos, encomiendas y otras obligaciones.

El primero en ser llamado fue un joven que mandaba, junto con su madre, en una pequeña comunidad Yalcón, y que se abstuvo de concurrir el día citado. Ordenó Añazco ejecutar a éste, en castigo que sirviese de escarmiento a todos los demás, para que se sometieran; y sorprendiéndole a media noche en su casa lo hizo traer cautivo a su campamento, donde sin consideración a los lamentos y desesperación de su anciana madre, lo mandó quemar vivo en presencia de ésta.

La ejecución en lugar de doblegar a los indígenas produjo un alzamiento general en todo el territorio. La Gaitana (que así llamaron los españoles a esta cacica) logró congregar más de seis mil indios, que atacaron de madrugada a Pedro Añazco. Éste, tranquilamente, con 20 hombres, andaba recorriendo los alrededores; 16 fueron muertos, 3 tres huyeron hasta Timaná con la noticia del desastre, y Añazco cayó vivo en manos de sus enemigos. Entregado a la Gaitana, ésta le hizo sacar los ojos y lo paseó con un dogal al cuello de pueblo en pueblo, hasta que murió.

No era solamente el deseo de vengar la muerte de su hijo lo que impulsaba a la célebre cacica, por lo que siguió aún después de la derrota de Añazco su lucha, invitando a todos los caciques, y sobre todo a Pigoanza, jefe principal de los Yalcones, a hacer el último esfuerzo por exterminar a sus opresores.

Lograron aquellos en efecto interceptar toda comunicación con Popayán y sorprender y matar una partida de veinte españoles que se dirigían con ganados de cría a Timaná; mas, a pesar de los repetidos y formidables ataques, no pudieron romper ni vencer a los ochenta españoles que componían aquella pequeña colonia.

Entre tanto, había llegado a Popayán la noticia del alzamiento de los paeces, y resolvió Juan de Ampudia, que mandaba aquella colonia, salir a lo que llamaban el castigo de las insolencias de los indígenas. Reunió para ello cerca de cien hombres sacando cuantos se hallaron capaces de tomar parte en la expedición en Cali y en Popayán. Mas sucedióle muy al revés de lo que esperaba; los indígenas hicieron valiente resistencia aprovechando la aspereza de su país; Ampudia murió de un lanzazo en el cuello en el último combate, y Francisco Tobar, su segundo, hubo de retirarse a Popayán desengañado. Así acabaron los capitanes Ampudia y Añazco, compañeros de Belalcázar, pagando con tan trágico fin las innumerables crueldades que habían cometido en la última jornada de Belalcázar al Cauca. No fueron inútiles los nuevos esfuerzos de la Gaitana, pues logró reunir una confederación de todos los pueblos indígenas de la región, más de diez mil guerreros, para hacer la última tentativa con el fin de arrojar a los españoles de Timaná.

Su plan se frustró por la traición del cacique indígena Matambo, quien avisó a los españoles sobre los planes de su gente y detalló como los hombres por vado y las mujeres en canoas, pasaban el Magdalena con todos los utensilios necesarios para celebrar la victoria que creían ya segura.

Prevenidos, pues, los conquistadores y fortificados, esperaron del ataque, que se verificó al amanecer. En esta ocasión venían armados de cuantos objetos metálicos cortopunzantes habían podido adquirir de los españoles: clavos, tijeras, regatones de lanza, y hasta las guarniciones de las espadas afiladas aparecían engastadas a guisa de armas, que los igualaran con sus opresores. Los escuadrones de los indios estaban tan disciplinados, que apenas moría un hombre, era reemplazado al instante por otro; de manera que los de a caballo no podían penetrar, y sin algunos proyectiles encendidos que abrieron campo a Juan del Río y a los demás jinetes, el éxito de los españoles habría sido dudoso. Una vez, sin embargo, que comenzó la matanza en el interior de los escuadrones, ya los indios cesaron de resistir con vigor, y fueron atropellados y rotos, quedando el campo cubierto de millares de cadáveres.

Pero la derrota no acabó los ánimos de lucha y los deseos de libertad. Se unieron a La Gaitana más tribus como los pijaos, panaes o pamaos. Como en la anterior batalla no lograron descubrir al traidor, éste continuó su labor delatora. En un nuevo intento por copar a las tropas españolas, estos nuevamente los esperaban, lo que desvaneció la victoria. Ganaron, sí, que los españoles abandonaran la región.


Retiráronse los indígenas de las cercanías de Timaná a lugares apartados y fuertes, adonde saliendo a buscarlos Tobar creyéndolos definitivamete debilitados, quedó vencido, de modo que, no se atrevían ya los indios a volver a atacar a los españoles en lo llano, ni éstos a los indígenas en sus montañas, hubo de hecho una tregua que duró algún tiempo.

La tranquilidad no duró mucho. Regresaron los españoles con refuerzos que colocaron a los indígenas en gran desventaja, al punto de la extinción. La historia registra, según fray Pedro Simón que en 1626 de catorce o quince mil indígenas que había en la villa de Timaná, quedaron sólo unos 600. Las epidemias de viruela, las guerras y los trabajos forzados impuestos por los españoles, no dejaban levantar a los nativos.

Vencido, lo que quedó del pueblo nativo se replegó y colocó como defensa la fragosidad del terreno y desde donde siguió en su empeño de resistir.

CUAL ES EL VALOR DE ESTAS TIERRAS.


Las Tierras que recorren la zona Andina, especialmente en los departamentos de Huila, Cauca y Tolima; son tierras muy productivas con riqueza hidrica , son tierras propias para la explotación minera.

Un hecho para destacar se presenta en el departamento del Huila donde se  construye la  represa EL QUIMBO , la cual afecta  a los pescadores , quienes al agual que los Paeces vienen de tiempo ancestral y si repasamos la historia, pertenecerian a estas tribus que apoyaran a la Gaitana en su lucha en contra de los españoles.

Parece ser que el tiempo de la conquista volvió, los españoles ya no vienen a pie o en caballo; llegan con su poder económico, desplazando a los lugareños, pagandole sus tierras a cualquier precio y dezplazandolos de donde han vivido  toda la vida.

Vea a continuación vídeo de la difícil situación de los pescadores en el departamento del Huila.


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