martes, 1 de noviembre de 2011

Cáncer, una enfermedad que no hace diferencias


"Los tipos de cáncer más frecuentes en Colombia hoy son los de estómago, próstata, mama, pulmón, cuello uterino y colón", dijo Raúl Murillo, director general del Instituto Nacional de Cancerología, INC.


Y es que las cifras no mienten. El último estudio del INC, revela que en 2008, 4 mil 522 personas murieron por cáncer de estómago, 2 mil 439 hombres por cáncer de próstata, 2 mil 52 mujeres por cáncer de mama, 3 mil 819 por cáncer de tráquea, bronquios y pulmón, mil 921 por cáncer de cuello del útero y 2 mil 420 por cáncer de colon, recto y ano.

Sigue en aumento

Las cifras llaman la atención y pueden considerarse como señales de alarma, más aún cuando señalan que los cánceres de mama, próstata y colon, van en aumento en el país.

Se puede deber a "la reducción de muertes por enfermedades infecciosas, porque la población se vuelve más vieja y el cáncer es mucho más frecuente en esta etapa. También influye el aumento en la proporción de riesgo, es decir, que hay mayor capacidad para detectarlos por lo tanto se encuentran más casos. Esto último ocurre con el cáncer de próstata", explicó Murillo.

En lo que se refiere al cáncer de mama y colon, la justificación de su aumento se debe a que los factores de riesgo cambiaron: obesidad, sedentarismo, consumo de suplementos hormonales, tener hijos de forma más tardía y no lactar. De acuerdo con el experto, todas estas situaciones son más frecuentes hoy de lo que eran hace algunos años.

El cáncer de estómago y cuello uterino, registraron una disminución en el índice de mortalidad por los programas de prevención del sector de la salud.

Cuestión de hábitos

De acuerdo con John Alberto Marulanda, asesor médico de la Liga Colombiana contra el Cáncer, los hábitos de vida saludable son fundamentales para evitar la presencia del cáncer.

"Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, hasta el 80% de los tipos de cáncer pueden considerarse curables si hay buenos hábitos de vida y el diagnóstico se hace de manera temprana. Por eso el ejercicio, una dieta rica en frutas, verduras, bajo consumo de alcohol y tabaco son factores de protección contra la enfermedad", señaló Marulanda.

Finalmente y aunque se cumpla con estas sugerencias, es fundamental atender a los signos de alarma que se manifiesten en el cuerpo: tos que persista más de 15 ó 20 días, sangrado vaginal, aumento de frecuencia al orinar, asimetrías en el seno, masas, secreción, inflamación del pezón o la areola. Tener alguno de ellos no significa una inminente presencia del cáncer

"Todos estos síntomas pueden implicar cáncer, aunque no necesariamente. Pero sí, son signos de alarma que no deben esperar, porque cuando ya los sentimos es porque el cáncer ha tenido un cierto grado de desarrollo que disminuye las posibilidades de sobrevida", indicó Marulanda.

Alimentación sana, la mejor prevención

Magnolia Escobar Castrillón, nutricionista y dietista, habla sobre la importancia de una alimentación sana para prevenir cualquier tipo de cáncer:

“Diversos estudios afirman que alrededor del 35% de los casos de cáncer están relacionados con la dieta. Siendo así, casi todos los cánceres pueden ser prevenibles con una alimentación balanceada en la que la moderación y la variedad son la clave”.

“El control de peso también es de gran importancia. A modo de ejemplo, estudios epidemiológicos han indicado mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas, que tienen exceso de peso, sobre todo, las que no tienen terapia hormonal”.

“La alimentación desempeña entonces, un papel fundamental en la protección contra el cáncer y control del desarrollo del mismo, sin olvidar la propia genética y otras variables del medio ambiente a las que estamos expuestos”.

Sugerencias alimenticias

Se deben ingerir alimentos más sanos y disminuir otros que influyen en su aparición de cáncer:

Fibra. Aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, y leguminosas (frijol, garbanzos, lentejas). Ayudan a reducir el cáncer de esófago, estómago e intestino.

Frutas y verduras. Ingerir la menos 5 porciones diarias que se pueden representar en ensaladas, variada y tres pedazos de fruta al día. Estos alimentos contienen vitaminas de la naturaleza antioxidante.

Pescado y aves. Consumir de 3 a 4 veces por semana, y limitar el consumo de carnes rojas de 80 a 120 gramos en los otros días. Ingestas elevadas de carnes rojas, se han asociado con el aumento del riesgo de cáncer de colon y recto.

Cloruro de sodio (sal). Evitar el consumo de alimentos muy salados, restringir la sal en la comida y en la mesa. No debería superar los seis gramos al día. Se relaciona con cáncer de estómago.

Alcohol. Menos, es mejor. Se relaciona con el cáncer de boca, laringe y esófago, especialmente cuando se acompaña con el hábito de fumar.

Se sugiere no abusar de los asados a la parrilla, ni de los ahumados porque en estos procesos se producen sustancias carcinogénicas a partir de la grasa animal, que sale cuando se asa la carne o el pescado y cuando se ahuman los alimentos. En la fritura se debe controlar la temperatura del aceite, no sobrecalentarlo, ni reutilizarlo.

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