El Gobierno modificará la rentabilidad de los fondos de pensiones para ampliar inversiones en dólares y aumentaría las provisiones que hacen los bancos a la cartera de consumo. Emisor alista dos nuevas alzas en intereses.
No han sido nada buenos los últimos días para los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República. Están en una verdadera sin salida. La inflación sigue imparable, el dólar se desploma y las medidas de emergencia adoptadas el domingo pasado, además de no haber demostrado un buen resultado en la primera semana de implementación, han dejado muchas dudas entre los analistas y los operadores del mercado financiero.“Están desesperados, rompieron la ortodoxia del Banco, le están siguiendo el juego al Gobierno”, son solamente algunos de los comentarios que se han hecho esta semana en las mesas de dinero de los bancos, en las firmas comisionistas y en las reuniones de economistas.La Junta intenta controlar la demanda de dinero a través del encarecimiento del crédito con la subida de las tasas de interés, medida que genera entrada de capitales al país. Pero a la vez trata de controlar el ingreso de dólares, porque la moneda se acerca peligrosamente a romper la barrera de los 2.000 pesos.Las cosas no le han salido bien hasta el momento. La inflación va en 6,26 por ciento hasta abril, cuando la meta es evitar que el alza en los precios supere el 4,5 por ciento este año. Además, el dólar llegó el jueves a un mínimo en siete años de 2.035 pesos en el mercado interbancario.Es una verdadera encrucijada en la que se encuentran los cinco codirectores del Banco de la República, el Gerente General y el Ministro de Hacienda, que los ha llevado a adoptar mecanismos que no tenían contemplados o que no hacían parte de su “agenda”, como los denominados encajes a los depósitos bancarios y el control al ingreso de capitales, tal como lo señaló hace apenas un mes a El Espectador el gerente José Darío Uribe.“Este es un tema que no ha estado en la agenda de la Junta. Puedo decir, sin embargo, que son pocos los bancos centrales del mundo que usan el encaje como medida de control monetario, por su efecto negativo sobre los márgenes de intermediación y la profundización financiera. Debe ser entonces que los bancos juzgan que esos costos son menores que los beneficios”, dijo, cuando fue preguntado sobre la posibilidad de utilización del encaje como mecanismo para frenar la expansión de dinero.
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