(Bogotá D.C., enero 30 de 2009). Un árbol nativo de bosque húmedo que crece en la provincia del Rionegro y produce una nuez conocida como Pelaya, Inchy o Cacay de la cual se puede extraer un aceite con mayores propiedades que la oliva, fuente importante de proteínas y alto contenido de fósforo, magnesio, hierro y calcio, está siendo evaluado dentro del proyecto de Cultivos Promisorios que lidera la Secretaría de Agricultura.
Justamente hoy funcionarios de la Secretaría de Agricultura, ingenieros agrónomos y forestales de la Universidad Distrital y representantes de la CAR, adelantaron una reunión para determinar el tipo de cultivos que pueden ser posicionados en algunas regiones de Cundinamarca para favorecer la seguridad alimentaria de las familias campesinas del Departamento, mejorar las condiciones ambientales y apoyar la sustitución de cultivos ilícitos.
La utilización de este fruto que se produce de manera silvestre en las montañas del Rionegro en Cundinamarca, el Piedemonte Llanero y Boyacá, son innumerables, tal como lo asegura Gerardo Pinzón, tecnólogo agropecuario que ha trabajado con Naciones Unidas y por más de 20 años se ha dedicado al estudio de especies promisorias, actividad que lo llevó a descubrir la Pelaya, Inchy, Cacay o conocido con el nombre científico caryodentro orinocense.
Pinzón asegura que el mayor enemigo de la pelaya es el desconocimiento de su existencia, pero sus innumerables propiedades son la fortaleza para que el Estado ponga sus ojos este fruto y lo promueva su producción.
Justamente hoy funcionarios de la Secretaría de Agricultura, ingenieros agrónomos y forestales de la Universidad Distrital y representantes de la CAR, adelantaron una reunión para determinar el tipo de cultivos que pueden ser posicionados en algunas regiones de Cundinamarca para favorecer la seguridad alimentaria de las familias campesinas del Departamento, mejorar las condiciones ambientales y apoyar la sustitución de cultivos ilícitos.
La utilización de este fruto que se produce de manera silvestre en las montañas del Rionegro en Cundinamarca, el Piedemonte Llanero y Boyacá, son innumerables, tal como lo asegura Gerardo Pinzón, tecnólogo agropecuario que ha trabajado con Naciones Unidas y por más de 20 años se ha dedicado al estudio de especies promisorias, actividad que lo llevó a descubrir la Pelaya, Inchy, Cacay o conocido con el nombre científico caryodentro orinocense.
Pinzón asegura que el mayor enemigo de la pelaya es el desconocimiento de su existencia, pero sus innumerables propiedades son la fortaleza para que el Estado ponga sus ojos este fruto y lo promueva su producción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario