Sin tratarse de un aspecto personal, ni tener oscuros propósitos, como se ha mencionado en voz muy baja, hay que reconocer que el fallo del Consejo de Estado que sacó de su cargo a la Fiscal General de la Nación, Vivianne Morales Hoyos, algo tiene de parecido a la historia de David y Goliat.
“No soy un súper dotado, no soy la persona más brillante, solo soy un estudiante”, reconoce modestamente Ferleyn Espinosa Benavides el estudiante de derecho de la universidad Republicana quien un año después de haber presentado una demanda en contra de los actos que dejaban a Morales como jefe del máxima organismo de investigación y acusación en Colombia, vio como 15 de los jueces más experimentados del país le daban la razón.
“Estaba en la casa, ni siquiera estaba viendo televisión. La noticia me cogió por sorpresa”. Así recuerda este dependiente judicial, de 34 años de edad, la noche del martes pasado (28 de febrero), cuando se enteró, por uno de sus familiares, de la decisión que por 24 horas lo hizo el centro de los noticieros.
“Mi intención nunca estuvo dirigida contra la Fiscal Morales, sino contra los actos que la designaron”, dice este bogotano con el claro propósito de salirle al paso a las voces que ven en su acción una intención distinta a la que siempre persiguió. “No se trató de tumbar una fiscal. Nunca he querido demeritar los atributos de la señora Fiscal, pues la acción se presentó antes, inclusive, de que ella fuera ternada”, señala y recuerda los casi ocho meses que tardó la elaboración de la demanda, incluidas sus correcciones.
LA PRIMERA TERNA
Todo comenzó desde la primera terna que fue puesta a consideración de la Corte Suprema de Justicia – dice el demandante -, para quien las declaraciones de distintos sectores, entre ellos ministros del despacho del entonces gobierno del presidente Álvaro Uribe, quienes calificaban de inconstitucional el proceder de la Corte Suprema frente a la no escogencia de un candidato.
Las renuncias de los ternados, el consecuente cambio de aspirantes, el concepto del Consejo de Estado que avalaba la posibilidad de que el presidente Santos presentara una nueva terna y la manera como fue escogida Morales (por 14 votos), fueron el sustento de esta acción radicada el último día de plazo para ello, poco después de haberse terminado la vacancia judicial 2010 – 2011.
Cada uno de estos hechos encajó perfectamente en la idea que le rondaba la cabeza de quien para finales de 2012 espera ser ya un abogado titulado, y quien gracia al éxito alcanzado ve, sin triunfalismos, un buen futuro para sus tres hijos y su esposa, a quien le agradece el apoyo que le dio para terminar sus estudios de bachillerato cuando completaba ya 28 años de edad, cuando sacó el mejor Icfes de ese año. Tiempo después logró media beca en la universidad Republicana.
“Claro que tras la acción estuvieron varias personas, muchas fueron las que me ayudaron a perfilarla”, reconoce Espinosa dándole la razón a las suspicacias por su triunfo, las mismas a las que le resta importancia pues “es claro que todos en algún momento de la vida necesitamos de alguien con más experiencia”, considera, y de inmediato hace el listado de profesores amigos y demás abogados que le dieron la mano en este asunto entre ellos Miguel Antonio Cuesta Monroy, y mi familiar, el doctor Hernando Benavides.
Los ruidos que agitaban el panorama nacional para ese entonces fueron la espina dorsal de su tesis de grado a la que solo le resta agregar los detalles de la sentencia que se espera salga a la luz pública en ocho días.
“Hoy me siento feliz porque se respetó la Constitución”, dice y espera que pronto se concrete la nueva terna y se escoja el reemplazo de Morales, quien aclara, debe estar en el cargo hasta cuando termine el periodo de quien debió, desde hace dos años y medio, suceder al hoy embajador de Colombia en Egipto, Mario Iguarán Arana, pues tiene claro que el periodo es institucional, no personal.
Por ahora, lo único que espera Espinosa es poder dormir, pues desde que se conoció la noticia apenas ha dormido una hora, no ha parado de atender medios de comunicación. Entre tanto, espera seguir con su trabajo, terminar los preparatorios, un curso de inglés que tiene postergado y continuar manejando su motocicleta CN-125.
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