Aguas del río Bogotá podrían ser usadas con fines agrícolas en el 2020

Así lo hizo saber una proyección de la CAR que beneficiaría a municipios como Soacha, Mosquera, Funza y Cota ; las obras de descontaminación que comienzan en junio.
La proyección es de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), según la cual, a partir de junio el río tendrá una inversión de 1,7 billones de pesos, cofinanciados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).Excavaciones, dragado, adecuación de zonas públicas y urbanas y trabajos de conservación de ecosistemas, como humedales, hacen parte de los trabajos proyectados para recuperar el río.Las obras serán ejecutadas por la CAR, la Secretaría de Medio Ambiente de Bogotá y la Empresa de Acueducto.Beneficiarán a los habitantes del sur de la capital, así como a los de lo municipios de Soacha, Mosquera, Funza y Cota.Más que agua tratada En Soacha, por ejemplo, ya hay planes precisos sobre el uso del espacio en la ribera del río. Además del tratamiento del agua, allí se diseñarán paisajes urbanos que incluyen la construcción de viviendas a 25 metros de la ladera, zonas sociales y deportivas (véase gráfico).Según el ingeniero Jorge Plata, uno de los encargados del proyecto, los trabajos estarán divididos en cuatro sectores comprendidos entre Alicachín y Tunjuelo, Tunjuelo y Fucha, Tunjuelo y Salitre, y Salitre y Puente la Virgen. Esto abarca cerca de 70 kilómetros de trayecto y la ejecución de las obras durará dos años.La novedad está en que no sólo se extraerá lodo del fondo del río, sino que se controlará el nivel del agua para impedir la desaparición de humedales. "Estos ecosistemas retienen nitrógeno, limpian el agua e impiden las inundaciones", explicó Plata.El objetivo es construir alcantarillados y controlar el caudal de los ríos Salitre, Fucha y Tunjuelo, que son los que más contaminación aportan.También será adecuada la planta de tratamiento de El Salitre para que su capacidad de descontaminación sea ampliada al doble. Pasaría de 4 metros cúbicos por segundo a uno de 8 metros cúbicos para tratamiento secundario.De igual forma se prevé la construcción de una nueva planta en Canoas, que cubra el alcantarillado del sur de Bogotá y de Soacha y solucione la descarga de residuos al río.Un primer balance de los trabajos se hizo hace unas semanas durante una reunión en la que participaron el gobernador, Andrés González; el Secretario de Ambiente del Distrito, el saliente ministro del Medio Ambiente, Juan Lozano, delegados de la Empresa de Acueducto de Bogotá y el director de la CAR.Durante el encuentro se analizó la viabilidad técnica y financiera del saneamiento total del río y cada entidad se comprometió a revisar sus presupuestos para garantizar la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales en Canoas.No todos son optimistasSin embargo, para algunos sectores, las acciones que se han emprendido para tratar el río han sido insuficientes.Según el concejal Jorge Ernesto Salamanca, el 15 por ciento del impuesto predial de los bogotanos transferido a la CAR durante catorce años no se ha visto reflejado en la descontaminación.Sólo se espera que esta primera fase, que ya lleva año y medio de planeación, tenga continuidad y se logre la salvación de un río que para algunos ya está perdido.