Los precios impuestos por los grandes mayoristas, y los costos de la comercialización empobrece cada vez más los cultivadores del departamento.
De acuerdo con Alfonso Rivas, funcionario de Desarrollo Económico de la Secretaría de Agricultura de la Gobernación, los campesinos tienen cada vez más dificultades."Para ellos los costos que se generan después de la producción se incrementan tanto que deben hacer lo que diga el mayorista", asegura Rivas.Sólo existe una minoría de grandes productores que son los dueños de la tierra, grandes comercializadores, propietarios del transporte y las bodegas. "Son ellos a quienes los pequeños productores, la mayoría en Cundinamarca, deben someterse", afirma el funcionario.De otro lado, la opción de vender sus productos directamente en las plazas de mercado no es la mejor. Corren el riesgo de no vender todo lo producido, y si se trata de productos frescos, no tienen bodegas para conservarlos.Parece que la situación empeora cada día para quienes proveen de alimentos a gran parte de los cundinamarqueses. Hasta que exista una reglamentación sólida sobre los precios y la intermediación, la labor del campesino seguirá en detrimento y sus condiciones empeorarán aún más.
De acuerdo con Alfonso Rivas, funcionario de Desarrollo Económico de la Secretaría de Agricultura de la Gobernación, los campesinos tienen cada vez más dificultades."Para ellos los costos que se generan después de la producción se incrementan tanto que deben hacer lo que diga el mayorista", asegura Rivas.Sólo existe una minoría de grandes productores que son los dueños de la tierra, grandes comercializadores, propietarios del transporte y las bodegas. "Son ellos a quienes los pequeños productores, la mayoría en Cundinamarca, deben someterse", afirma el funcionario.De otro lado, la opción de vender sus productos directamente en las plazas de mercado no es la mejor. Corren el riesgo de no vender todo lo producido, y si se trata de productos frescos, no tienen bodegas para conservarlos.Parece que la situación empeora cada día para quienes proveen de alimentos a gran parte de los cundinamarqueses. Hasta que exista una reglamentación sólida sobre los precios y la intermediación, la labor del campesino seguirá en detrimento y sus condiciones empeorarán aún más.
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