martes, 31 de marzo de 2009

Estudiantes del Colegio Mayor del Rosario piden acompañamiento a la Procuraduría para defender sus derechos fundamentales

Los representantes del grupo expusieron sus argumentos con alegría y firmeza. Foto: Carlos Peláez - Oficina de Prensa

La doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, Procuradora Delegada para la Infancia, la Adolescencia y la Familia, atendió las inquietudes de los estudiantes.Foto: Carlos Peláez - Oficina de Prensa

Dos de las mayores entusiastas de la jornada. Foto: Carlos Peláez - Oficina de Prensa

El grupo completo de estudiantes. Foto: Carlos Peláez - Oficina de Prensa

Bogotá, 30 de marzo de 2009. Por primera vez un grupo de estudiantes expuso las dificultades que han afrontado desde que las directivas del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario Arrayanes en Bogotá clausuraron la actividad básica y media del plantel educativo y se vieron obligados a continuar sus estudios en otras instituciones.
Cerca de 30 niños y niñas se tomaron el micrófono de la sala de audiencias de la Procuraduría y relataron por espacio de una hora los cambios que han tenido a nivel académico, social y afectivo tras el cierre del Colegio en junio del 2008. Estudiantes cuyas edades oscilan entre los 7 y los 15 años, insisten en que se sienten discriminados, excluidos y señalados.
Entre los testimonios se destacaron frases como:
“los nuevos compañeros nos dicen que nos tiramos el colegio, que somos lo peor”
“con lo del cambio, yo me sentí como si fuera un desplazado, como si me sacarán de mi hogar y me fuera a un lugar muy extraño, me siento re-rechazado en la enseñanza, por eso digo que me siento desplazado de mi casa”
“no nos dejan hablar, a uno se la tienen montada porque no nos podemos expresar con la misma libertad que en el Rosario, no nos arreglan nuestros problemas porque no nos escuchan”.
“Yo quería salir Rosarista por que mi abuelito y casi todos mis primos estudiaron allí”, narró uno de los pequeños.
Camila, otra de las estudiantes aseguró “la enseñanza en el nuevo colegio no es el problema sino que estaban acostumbrados a estar como una familia, en donde podían hablar con sus profesores en cualquier momento”. Dijo con voz entre cortada que “en el Rosario era feliz y que ahora cuando solo le faltan 3 años para ser bachiller se siente cohibida porque en ultimas no puede tener el libre desarrollo de su personalidad”.
La Procuradora Delegada para la Defensa de los derechos de los niños, las niñas y los adoslecentes, Ilva Miryam Hoyos, conciente de que no es un problema menor atendió a cada uno de estos menores. Al mismo tiempo, asumió el compromiso de visitar el nuevo Colegio al que pertenecen y reunirse con las directivas de este centro educativo para expresarles las inquietudes, inconformidades y la percepción que tienen al respecto los niños y las niñas.
Así mismo, la Doctora Ilva advirtió que el Ministerio Público analizará la situación de los demás estudiantes del Colegio Mayor del Rosario en Bogotá que han sido remitidos a otras instituciones educativas. Aseguró además, que establecerá contacto con el Colegio Mayor del Rosario para abordar el asunto.

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