A medida que avanzan las tareas de censo a damnificados por el temporal que durante la mañana del viernes azotó al municipio de Espinal, el número de familias con afectación total o parcial en sus viviendas tiende a incrementarse.
Así lo confirmó el director del Comité Regional de Emergencias del Tolima, CRET, Samuel Calderón, al indicar que sin haber terminado de efectuar la totalidad de los barridos en el área urbana, y apenas empezando en las veredas, el total de grupos familiares, que por ahora han sido reportados como afectados asciende a los 245, razón por la que urge el trámite de ayudas humanitarias ante las instancias gubernamentales del orden departamental y nacional.Después de llegar al municipio de Espinal, en compañía de una comitiva encabezada por el Secretario de Interior, en representación del gobernador Fernando Osorio Cuenca, y tras reunirse con las autoridades locales, Samuel Calderón dijo que la situación fue catastrófica, pero que se están haciendo todos los esfuerzos necesarios para ayudar a superar el problema."Ya hemos solicitado la intervención de la Dirección Nacional de Atención y Prevención de Desastres, ellos dispusieron ya el envío de las primeras ayudas, y nosotros en la actividad que hemos desarrollado hoy (ayer), pues también hemos hecho entrega preliminar de 100 mercados, 100 baterías de cocina e igual número de equipos de aseo, colchonetas y sobrecamas", sostuvo el funcionario.Al mismo tiempo, el Director del CRET, informó que son muy pocas las familias que están ubicadas en albergues temporales, ya que la mayoría decidieron regresar a sus hogares una vez se adelantaron las tareas de limpieza.
Terratenientes son culpablesA su turno, el alcalde de Espinal, Gentil Palacios Urquiza, reseñó que, aunque no se tenía antecedente alguno de un fenómeno natural que hubiera golpeado con semejante contundencia al municipio, como el de la mañana del viernes, sí responsabilizó en parte del agravamiento de la situación a algunos terratenientes y cultivadores, quienes pensando en sus intereses particulares terminaron por vulnerar los derechos colectivos."Por aquellas cosas de la codicia y la ambición, y pensando más en los cultivos como un agente generador de riqueza, algunas personas terminaron por taponar la que antiguamente se conocía como la quebrada El Aceituno, que no era otra cosa que un drenaje natural. Sin duda alguna vamos a tener que recuperar ese canal y permitir que vuelva a fluir como antes, porque ello contribuye al taponamiento y la obstaculización de las aguas lluvias."Esa es una de las causas por las que se presentaran tantas inundaciones, el agua proveniente desde La Variante, viene avanzando por los barrios Arkabal y Balcanes, llega a Villa Marcela, pasa por un lado y cruza por Betania Campestre hasta depositarse en su totalidad en el sector de Saucedal, donde los niveles suben entre dos y tres metros", puntualizó el mandatario local.
No estábamospreparadosDe otro lado, el alcalde Palacios Urquiza reconoció que por las dimensiones de lo ocurrido, la administración tuvo que hacer grandes esfuerzos; los planes de contingencia, pese a estar organizados, en determinados momentos no respondieron oportunamente a las necesidades de la comunidad; sin embargo, gracias al apoyo de la comunidad y de otros organismos se pudo responder."Gracias a Dios que ante la crisis que ha tenido Espinal en años anteriores, para esta emergencia ya habíamos habilitado la maquinaria del municipio como es la motoniveladora y la retroexcavadora. Hay que reconocer el apoyo de Usocoello, la Defensa Civil, los Cuerpos de Bomberos voluntarios, la Cruz Roja, Invías, el Distrito Tres de Policía y la Escuela Gabriel González; no estábamos suficientemente preparados para afrontar una crisis semejante, pero tampoco fuimos inferiores al reto, al compromiso, a la crisis y al drama a los que hemos sido sometidos por la divina providencia con este desastre natural", precisó.
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