miércoles, 25 de abril de 2007

Para garantizar tranquilidad financiera en el futuro, familias deben adoptar disciplina económica

La vida actual exige pensar como financistas. Es imposible que todavía una pareja crea que con su amor puede hasta vivir debajo de un puente o que los hijos vienen con el pan debajo del brazo.
Investigaciones y análisis de los expertos señalan que la supervivencia de una familia está afincada en sus ingresos económicos, lo cual conduce a una nueva forma de hogar como una pequeña empresa. No como productora o gestora de productos para le venta, sino en su propia estructura, en su propia constitución, donde a diferencia de las empresas tradicionales, el amor entre sus integrantes es el tronco insustituible de todo el ramaje familiar.
Como una pequeña empresa que genera ingresos y egresos, una familia debe obtener utilidades para invertir, de tal manera que el futuro esté despejado de nubarrones.
Entonces los interrogantes naturales surgen: ¿Cómo construir planeación financiera? ¿Cómo salir de la ecuación ingresos igual gastos? ¿Cómo meterle finanzas al hogar?
La cuestión no está en cómo conseguir recursos para saciar una necesidad o calmar un capricho. El núcleo del asunto se encuentra en desarrollar un proceso deliberado por medio del cual las familias conozcan a fondo su situación financiera.
Este proceso parte de un concienzudo análisis de los ingresos y la manera como se están gastando. Luego, buscar la manera de controlar los gastos, con el consiguiente resultado de un excedente, o ahorro, sustento de un futuro de bienestar. Esto se llama planeación financiera en la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario