Bogotá se la conoce también como la ‘Nevera’. Es de las pocas ciudades grandes de Colombia donde el cielo pasa nublado y la temperatura suele estar por debajo de los 18 grados centígrados.Bogotá tiene el ambiente de la sabana: días lluviosos y colinas verdes; paisajes de hacienda, vacas lecheras y chimeneas. Pero como la capital está en pleno centro del extenso territorio colombiano, un viaje a sus hermosas playas en el Pacífico o en el Caribe no siempre es posible.Aunque, claro, de días cálidos, tardes de piscina y ropa ligera saben de sobra. La razón: el camino que parte desde el sur de la capital colombiana hacia el departamento del Tolima es la ruta de los 30 grados, las fincas de descanso y los lugares ideales para broncearse. Melgar y Girardot son dos de las ciudades donde más vacacionan los capitalinos. Aparte de su caliente y a ratos sofocante clima, que promedia los 30 grados, su relativa cercanía por carretera las convierten en sitos ideales para el descanso.Son la sede de cientos de hosterías, donde lo que cuenta es un día de piscina, mucho sol, comida típica.
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